El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha escalado sus señalamientos contra el aparato judicial y ahora ha acusado a los jueces de intentar dar un “golpe de Estado técnico” contra su Gobierno. El mandatario ha dado estas declaraciones luego de que, una vez más, un juzgado federal ordenó suspender de forma definitiva la tala o desmonte en terrenos asignados a la construcción del Tren Maya, una de las obras más importantes de la Administración de López Obrador. El presidente ha visto en la reiterada concesión de amparos contra sus megaproyectos una anulación de las facultades del Ejecutivo por parte del Poder Judicial, con el que ha mantenido un pulso ya prolongado y cada vez más álgido.
“Van a seguir queriendo parar las obras, pero no van a poder, porque, de acuerdo a la Constitución, a las leyes, tenemos nosotros el derecho de hacer obras en beneficio del pueblo. No se van a poder cancelar las obras, no se puede. Una cosa es que violen la Constitución —a ver, que me digan los ministros si no la están violando, cobrando más de lo que cobra el presidente—, y otra es ya querer dar un golpe de Estado, neutralizando al Poder Ejecutivo, o sea, que ya no ejecutemos nada. Es cancelar un Poder, sería un golpe de Estado técnico”, ha dicho el mandatario en su conferencia mañanera de este lunes.
Organizaciones civiles han recurrido al aparato judicial en busca de recursos para detener momentáneamente algunos proyectos que, a su consideración, vulneran el medio ambiente y los derechos humanos de las comunidades. Esta vez, a raíz de una demanda de amparo promovida por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) en 2019, el Juzgado Primero de Distrito en Yucatán suspendió de forma definitiva la tala o desmonte en los tramos 3 (Calkiní-Izamal), 4 (Izamal-Cancún), 5 Norte (Cancún-Playa del Carmen) y 6 (Tulum-Chetumal) del Tren Maya.
El mandatario ha recordado en su conferencia que hace unos días el conservador Partido Acción Nacional (PAN) pidió a los ministros de la Suprema Corte de Justicia que destituyan a López Obrador de la Presidencia de la República. El jefe del Ejecutivo ha calificado esa iniciativa de absurda. “Vamos a seguir adelante transformando al país, limpiándolo de corrupción. Es que, la verdad, estábamos inmersos en una decadencia. No era una crisis, era una decadencia, un proceso de degradación progresiva, cada vez peor, en lo económico, en lo social, en lo político, en lo moral. Por eso no se puede hablar de crisis, sino de decadencia”, ha afirmado el presidente. “Entonces, ¿cómo enfrentar una decadencia? Pues sólo con una transformación a fondo, arrancar de raíz al régimen corrupto, de injusticias, de privilegios, no hay más que eso. Y, afortunadamente, se está avanzando, y de manera pacífica, sin violencia”, ha agregado.
López Obrador también criticó a los ciudadanos que acudieron el domingo a las afueras de la Suprema Corte de Justicia a confrontar y echar a otro grupo que mantenía un plantón de protesta en contra de los ministros. Los calificó de prepotentes y provocadores, y afirmó que tienen inclinaciones autoritarias. “Yo creo que se actuó, de parte de los que marcharon, con prepotencia, porque pueden no estar de acuerdo con los que están manifestándose enfrente de la Corte, pero no debieron ir a provocar y a quitarles las mantas. Hay que respetar eso. No creo yo que eso sea correcto, hay que evitar la confrontación, la violencia. Ya cuando se llega a eso es que no se tiene la razón, el que usa la fuerza es porque no tiene capacidad para convencer”, dijo el presidente.