El proyecto es claramente proempresarial. Negociado durante meses, está prácticamente listo. Por ahora, es la única propuesta en el Congreso
En el interior del Palacio Legislativo de San Lázaro se gesta la posibilidad de hacer una contrarreforma a la reforma fiscal, apoyada por los empresarios, y que busca no sólo desechar la idea de aumentar impuestos para el 2017, sino incluso reducir los ya existentes.
A unas semanas de que se entregue el paquete económico para el próximo año, el sector privado, miembros de la sociedad civil y diputados del PAN, están en constantes pláticas para diseñar cambios a la reforma fiscal, aprobada hace tres años, basados en tres pilares: simplificación, desgravación y la creación de incentivos fiscales.
“Incluso estamos en mesas de trabajo con la Secretaría de Hacienda para plantear nuestras propuestas en simplificación fiscal y desgravación fiscal de algunos temas que son importantes para reactivar la economía, además de dar certeza jurídica a algunas inversiones que es importante para el país”, dijo Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
El coordinador del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, Marko Cortés Mendoza, comentó en entrevista con Crónica, que los cambios consisten principalmente en reducir al 28 por ciento el cobro del Impuesto Sobre la Renta (ISR), cantidad que se cobraba en el sexenio anterior; disminuir 50 por ciento el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicio (IEPS) en gasolinas y diésel, y hacer 100 por ciento deducibles las inversiones como la compra de autos eléctricos o maquinaria.
“Estamos buscando que haya más elementos que sean deducibles y al 100 por ciento. El gobierno debe de incentivar que el sector privado reinvierta, porque cuando se los deduces y ellos siguen reinvirtiendo, estás generando más negocio, más empleo, y por lo tanto más generación de impuestos”, dijo.
En el caso del ISR, el diputado panista explicó que actualmente las personas físicas pagan 35 por ciento por concepto de este gravamen, mientras que a las personas morales se les cobra un 30 por ciento.
“Estamos buscamos que se reduzca a 28 por ciento. Con sólo esos dos puntos porcentuales, México se convertirá en un destino más atractivo para la inversión y la reinversión”, destacó.
El PAN también propone reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA), del 16 al 12 por ciento, con lo que se reactivará el consumo, indicador que también ha mostrado una reducción en los últimos meses, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con las cifras más recientes, el consumo privado se desaceleró durante el primer trimestre del año, respecto al trimestre anterior, ya que creció sólo 0.5 por ciento, cuando al cierre del 2015, el crecimiento registrado fue de 0.9 por ciento.
“Creemos que debe de cambiar el modelo económico del país, pues el actual apostó por elevar los impuestos, con tal de recaudar lo que se necesita para buscar que el gobierno funcione. Pero lo que estamos buscando es disminuir los impuestos, hacer que el sector productivo sea más rentable para atraer la inversión, generar reinversión y por lo tanto generar trabajo y más pago de impuestos. Es un cambio de modelo”, comentó Cortés.
Para el presidente del CCE, los cambios a la regulación fiscal actual deben de significar una combinación de mayor inversión extranjera y disminución del gasto.
“La mayor inversión extranjera se tiene que dar con confianza, con certeza jurídica, por eso es importante que avancemos en el sistema nacional anticorrupción, en el fortalecimiento de las instituciones y en la resolución del conflicto magisterial”, resaltó.
Respecto a la reducción al gasto público para 2017, Juan Pablo Castañón propuso que el “tijeretazo” fuera de entre 200 y 300 mil millones de pesos, principalmente en gasto corriente, es decir, en los gastos de las dependencias de gobierno y sueldos o prestaciones de los funcionarios públicos.
LO QUE BUSCAN
-Más deducibles 100%
Maquinaria
Equipo
-Reducir ISR a 28%
-Reducir carga en gasolina y diesel
-Reducir el IVA
El proyecto pretende dar más peso a los incentivos productivos que a la meta recaudatoria
(menos impuestos, mayor inversión productiva)