TEOCALTICHE.- La pugna entre sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa no da tregua en este municipio de la región de los Altos Norte.
Un enfrentamiento registrado la madrugada del miércoles en el kilómetro 150 de la carretera que va a Nochistlán no dejó víctimas pero las autoridades aseguraron armas, vehículos y varios artefactos explosivos de fabricación casera, entre ellos un "coche-bomba".
Militares localizaron en una camioneta de redilas marca Nissan un dispositivo que conectaba tres contenedores de pólvora con el pedal del acelerador.
El vehículo tenía la llave puesta y estaba configurada para estallar al girar el switch, lo que hizo pensar a los soldados que era una trampa de sicarios con la que pretendían atraer y eliminar a sus rivales o cualquiera que le diera marcha.
Cerca de ahí estaba un explosivo -de unos 5 centímetros de diámetro- y con un aro que, se presume, era usado para engancharse a un dron, además de dos niples (tramo pequeño de tubo) de 2.5 cm de diámetro por 15 de longitud con pólvora.
El enfrentamiento del miércoles fue el séptimo que se registra en los últimos tres meses en Teocaltiche, que colinda con Zacatecas, donde está asentado el Cártel de Sinaloa.
Fuentes policiales, sin embargo, han sostenido que Mario González, un ciudadano estadounidense que forma parte de esa agrupación por herencia de su padre, opera en Teocaltiche y otros municipios aledaños, y se disputa la plaza con el CJNG.
En la investigación de artefactos como éstos, las autoridades han descubierto que sicarios han buscado a sudamericanos, principalmente de Colombia, para que les enseñen a fabricar fulminantes. Y utilizan drones para hacerlos estallar a distancia.