Joe Arpaio, antiguo alguacil del condado de Maricopa, al sur de Estados Unidos, ha denunciado este miércoles al excanciller Marcelo Ebrard por difamación, imposición intencional de angustia emocional y agresión civil por unas declaraciones en las que el aspirante a candidato presidencial por Morena le acusaba de promover “el asesinato de migrantes”. Arpaio es un personaje polémico y con un largo historial de agresiones contra los migrantes que pasaban por su condado. Fue condenado y absuelto por Donald Trump antes de perder la presidencia de Estados Unidos por sus métodos racistas contra personas de origen hispano cuando estaba al frente de la oficina del sheriff en el condado más poblado de Phoenix, Arizona.
“Mi cliente ha sido un distinguido servidor público por décadas, sirviendo no solo como sheriff del condado de Maricopa durante más de 25 años, sino que también desempeñó otros altos cargos dentro de la DEA [Agencia Antidrogas de Estados Unidos]”, leía el comunicado emitido por su abogado. La denuncia, en la que se exige una indemnización por daños y perjuicios que podría alcanzar los 7 millones de dólares, Arpaio denuncia que las declaraciones de Ebrard no solo dañan la reputación del antiguo sheriff, sino que también “hacen un llamado a la violencia a las personas que puedan creer esto” que ha resultado en “varias denuncias de muerte”.
Las declaraciones por las que Ebrard ha sido denunciado se dieron el 5 de octubre de 2022 en una sesión en el Senado de la República. Allí dijo que Arpaio “promovió el asesinato de migrantes” con sus políticas de posesión de armas, que según el entonces secretario de Relaciones Exteriores estaba relacionado con el tráfico de 1.482 armas de fuego desde Arizona hacia México. En ese año, Ebrard se lanzó a una cruzada para denunciar el descontrol en la venta de armas en el sur de Estados Unidos, que derivaba en que un gran número de las armas de las que se requisaban en México provenían de allí. Ya en 2021, el Gobierno mexicano presentó una demanda en una corte federal contra un grupo de compañías fabricantes de armas de fuego por promover prácticas comerciales “negligentes e ilícitas que facilitan el tráfico ilegal de armas a México”.
Arpaio, por su parte, se dio a conocer en todo el país por alojar a reos en carpas en medio del calor sofocante del verano de Phoenix, vestirlos con uniformes rosas y encadenarlos en grupo mientras trabajaban. Esto lo convirtió en una figura odiada por la izquierda y amada por la derecha radical de Donald Trump, que entonces estaba en auge. Esa conducta continuó hasta que el gobierno nacional y los tribunales le prohibieron intervenir en el tema de inmigración en 2014, por no estar dentro de su jurisdicción. En el 2017 recibió una condena más seria por el mismo delito, pero Donald Trump lo perdonó antes de dejar la presidencia.