A pesar de contar con un reglamento y estrategias para realizar la búsqueda, familiares de víctimas señalan que las autoridades dejan mucho que desear
Morelos está convertido en una auténtica fosa clandestina, asegura Tranquilina Hernández, madre de Mireya, desaparecida desde septiembre de 2014.
Como Mireya, en Morelos han desaparecido, hasta el 30 de junio de 2023, dos mil 260 personas. De este total 928 son mujeres y mil 331 hombres, y uno que no se ha determinado su sexo. Tan solo han sido localizadas mil 181 personas, según cifras de la Comisión Estatal de Búsqueda.
Por otra parte, desde 2006 a 2023 en el estado han sido halladas alrededor de 99 fosas clandestinas; 11 de ellas en lo que va del año. Los hallazgos se han realizado principalmente en Huitzilac, Cuautla y Cuernavaca.
La incansable búsqueda
La desaparición de Mireya hizo que su madre fundara el colectivo Familias resilientes de Morelos buscando sus corazones desaparecidos.
Cada día, para Tranquilina y miles de madres, padres y familiares buscar a sus seres queridos se convierte en una auténtica lucha, incluso contra algunas autoridades estatales que de pronto se convierten en más obstáculos a vencer; uno de ellas, la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada de Personas.
El colectivo nació hace tres años y desde entonces se ha vuelto en uno de los más representativos en Morelos:
“Nosotros trabajamos de la mano con la Comisión de Búsqueda del Estado porque con ellos sentimos que podemos trabajar más libremente, podemos movernos más y aprovechar más el tiempo; cuando lo hacemos con la Fiscalía sí nos ponen muchas trabas, la verdad”.
“Nosotros, por ejemplo, llevamos un perímetro de búsqueda, pero si nos salimos un poquito de éste, pues ya nos están restringiendo (la Fiscalía) y justo ese pasito más que damos es donde a veces hemos tenido positivos incluso si encontramos un fragmento; no somos expertos, pero atrás de nosotros hay gente que sí lo es y nos puede dar la certeza de que es un resto humano o no”, externa.
Personal insuficiente en la Fiscalía Especializada
A ello hay que sumarle la poca sensibilidad que las familias encuentran al acercarse a la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada de Personas, pues los servidores públicos, bajo el argumento de que no cuentan con el personal suficiente, no realizan la labor que por ley les corresponde.
Para Tranquilina hace falta mucho apoyo de las autoridades: “Siempre lo he dicho, atrás de sus escritorios no van a encontrar a nadie; hay que salir. (Que el apoyo) se dé inmediatamente, pues las primeras horas son cruciales para comenzar la búsqueda”.
La falta de seguridad al realizar los trabajos de búsqueda es otro problema que enfrentan las familias de las víctimas de desaparición:
“Siempre vemos motos, están fotografiándonos o vemos a lo lejos que nos están mirando, o sea, siempre somos vigiladas; una compañera ya fue agredida, y así se suman más agresiones en contra de las familias que estamos buscando, o las intimidaciones”.
Los tres niveles de Gobierno están obligados a buscar
Mientras tanto, la titular de la Comisión Estatal de Búsqueda, Wendy Guadalupe Ruiz Ramírez, afirma que las desapariciones de personas en Morelos incrementan. Para esto detalla que en lo que va del año se ha observado un aumento de casos de hasta el 20 por ciento.
Tras la desaparición de una persona varias autoridades son las que deben intervenir para que de manera inmediata se realicen acciones que permitan dar con su localización, entre ellas los municipios, al ser el primer enlace de la población, la autoridad, la Fiscalía y las comisiones locales de búsqueda y por último se recurre a la Comisión Nacional de Búsqueda, detalla.
“La ley general y los protocolos mandatan que todas las autoridades de los tres niveles de gobierno estamos obligados a la búsqueda. El protocolo hace una aclaración y las clasifica en autoridades primarias, transmisoras, informadoras y difusoras”, agrega.
Explica que las autoridades primarias para la búsqueda son las comisiones locales, la nacional, las fiscalías de los estados, los jueces de amparo y todas las corporaciones policíacas que tienen el primer contacto con la víctima.
Mientras que las transmisoras son aquellas que emiten la noticia o el reporte de que la persona está desaparecida; aquí están las comisiones de víctimas, derechos humanos, la Secretaría de Relaciones Exteriores si es que se trata de personas migrantes.
Además las autoridades informadoras son todas aquellas que puedan tener la información generada y recopilada con la cual las autoridades primarias puedan hacer uso de ésta para la búsqueda de personas.
Por último están las difusoras, que son los medios de comunicación, dependencias o áreas que puedan emitir la información de manera masiva para dar con la localización.
Sin embargo, a pesar de contar con un reglamento y estrategias para realizar las acciones de búsqueda, familiares de víctimas desparecidas señalan que las autoridades han dejado mucho por hacer en la búsqueda.
Ante esto, Ruiz Ramírez precisa que uno de los principales problemas a los cuales se enfrentan es la falta de coordinación entre las propias autoridades.
“La falta de coordinación y de intercambio de información por parte de las fiscalías locales a las comisiones estatales está provocando que algunas áreas no logren tener la información completa; por ejemplo, cuando se localiza a las personas las fiscalías no avisan las circunstancias en las que las víctimas fueron encontradas".
Actualmente, dice, ellos han trabajado en ubicar a personas reportadas como desaparecidas, tanto en lo que es búsqueda en vida y la de campo. Sobre todo porque en la entidad se tiene un hallazgo de 44 fosas clandestinas desde que inició actividades la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
Ruiz Ramírez insiste en que la Comisión Estatal cuenta con muy poca fuerza humana para realizar la búsqueda, pues apenas tienen once colaboradores para salir a campo.
“Desafortunadamente no contamos con mucho personal para realizar búsquedas; ahorita tenemos cerca de once personas en la Comisión y es muy poco personal para atender a todo el estado y por esto se hacen los grupos reducidos, porque también atendemos las colaboraciones que nos solicitan otras entidades y fiscalías”, abunda.
Cada quien tiene sus datos
La comisionada revela que lo que va del año han expedido 472 fichas de búsquedas hasta el 30 de junio, de las cuales el 50 por ciento continúan activas, pues las personas reportadas aún no han sido localizadas.
Refiere que el año anterior se expidieron 850 fichas de búsqueda, cifra que dista de la informada por Alejandro Cornejo Ramos, fiscal especializado en Desaparición Forzada de Personas, que en entrevista con El Sol de Cuernavaca desliza que en Morelos se tiene un balance de entre 600 y 700 casos de desapariciones por año.
De esta cifra, Cornejo Ramos precisa que entre 80 y 85 por ciento se tratan de ausencias voluntarias, pero al resto se les atribuye que fueron producto de la comisión de algún delito.
Agrega que esa es la variable de casos de la que tienen registro por año en Morelos; no obstante, es una diferencia de al menos 150 casos con la Comisión, lo que también refleja la falta de coordinación que impera entre las instituciones.
Fosas clandestinas
En Morelos se han detectado 99 fosas clandestinas en el periodo que va desde 2006 hasta 2023, según el informe de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas. Esta cifra representa el 3.6 por ciento de las fosas clandestinas que hay en todo el país, que según el Centro de Investigación Morelos Rinde Cuentas son dos mil 710.
En casi 40 por ciento del territorio morelense, es decir en al menos 17 de los 36 municipios, se han hallado fosas clandestinas, las cuales se atribuyen mayormente a temas relacionados con el crimen organizado.
Cuautla es el municipio donde se ha localizado el mayor número de fosas, con 16. En la Heroica, en 2016, se encontraron entierros irregulares en el panteón de Tetelcingo, operado por la Fiscalía General del Estado. A Cuautla le siguen Xochitepec con 15, Puente de Ixtla con 11, Amacuzac y Jojutla con 10 cada una, mientras que en Temixco se han reportado nueve.
A su vez, en Cuernavaca y Yecapixtla se ha reportado la localización de al menos seis fosas. En este último, la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas localizó diversos indicios enterrados de forma irregular en un predio de la comunidad de Mixtlalcingo.
Con información de Ofelia Espinoza