Ofrecen líderes de ambulantes a cambio de sufragio despensas, dinero.Ni las elecciones vecinales en la Ciudad de México se salvan de transas electorales.
Aunque los ciudadanos deberían tener la última palabra en el destino de 850 millones de pesos, en realidad esos recursos se repartirán, en algunos casos, entre irregularidades.
De acuerdo con recorridos de REFORMA, la compra del voto permeó en la elección tanto de comités ciudadanos como del Presupuesto Participativo 2017, donde están en juego los recursos que se aplicarán a obras vecinales.
Con listados nominales, de planillas de comités y de proyectos en mano, operadores de líderes de ambulantes acarrearon ayer a habitantes de las delegaciones Cuauhtémoc, Coyoacán e Iztapalapa a las urnas itinerantes del Instituto Electoral local (IEDF).
En recorridos en siete casillas, se pudo constatar que la operación era la misma: vecinos que llegaban en mi cros y taxis y que eran conducidos por su líder hasta las mamparas donde sufragaban vía electrónica. Este método para votar fue válido hasta ayer.
El domingo se realizará la elección en casillas.
En el Hemiciclo a Juárez, dos operadores identificados como "Polo" y "Tere" hacían llamadas, atendían preguntas de los votantes y ofrecían dinero, despensas e inclusión en programas sociales.
Debido a la saturación en el sistema de votación, los líderes movilizaron a las personas a casillas en Peralvillo, Santa María la Ribera y el Ángel de la Independencia.
En este último lugar, la estrategia de los allegados a las lideresas Alejandra Barrios y Diana Sánchez Barrios era similar.
Ahí, REFORMA observó a los operadores entregar dinero en efectivo.
En Coyoacán, locatarios del mercado de La Bola y personal del IEDF detectaron la coacción.
"Uno los ve y, si cumplen los requisitos, no podemos impedirles votar ni preguntarles por qué vienen en grupos", indicó un funcionario de casilla.
En Iztapalapa, personas de la tercera edad fueron acarreadas en micros.
"Hasta los funcionarios se están prestando al juego de Dione (Anguiano, Delegada).
Vienen, los traen y se los llevan en los camiones y al rato traen otros", acusó Rocío Hernández, representante de una planilla en Cabeza de Juárez.