Al resolver un recurso promovido por una mujer presa en dicho penal, el tribunal colegiado de apelación del decimoctavo circuito emitió un fallo que tendrá efectos generales, es decir, que no sólo beneficiará a la quejosa, sino a todas las internas del reclusorio.
La denunciante afirmó que no le brindaban la atención ginecológica que necesitaba, lo cual viola las normas de la Organización de Naciones Unidas para el tratamiento de reclusas y medidas no privativas de la libertad para las mujeres delincuentes, conocidas como Reglas de Bangkok.
Los magistrados determinaron que esta inadecuada atención médica también violaba los derechos de las personas privadas de la libertad en el centro penitenciario, estipulados en la Ley Nacional de Ejecución Penal. De igual forma, los menores de edad que viven con sus madres en prisión deben gozar de los mismos derechos.
En los próximos tres meses, las autoridades penitenciarias tendrán que acudir a una audiencia a fin de que, en coordinación con las autoridades de salud que correspondan, establezcan ante la jueza de ejecución la forma en que garantizarán la presencia de un especialista en pediatría en forma periódica en dicho centro de reclusión para atender a los niños y niñas que convivan con sus madres privadas de la libertad y que requieran de dicha atención médica, periodicidad de la que deberán hacer del conocimiento de las mujeres privadas de la libertad por el medio que estime la autoridad penitenciaria, a fin de que puedan agendar la atención médica correspondiente para los menores
, señala el fallo del tribunal.