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EL SOL DE CUERNAVACA: Morelos queda a deber en atención a salud mental

Pese a legislación, se incumple con parámetros de presupuesto y atención recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS): Andy Gordillo

En México, el 85 por ciento de las personas con algún padecimiento mental no recibe atención y, quienes la reciben, tardan en promedio 14 años para obtener un tratamiento desde la aparición de los primeros signos y síntomas hasta que son diagnosticados; los trastornos mentales prevalecen en la población joven, revelan datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

En Morelos, este 2023 el Poder Legislativo aprobó 8 millones 900 mil pesos para la atención a la salud mental, cifra 95 por ciento superior a la destinada en 2022, que fue de 4 millones 500 mil pesos, informó la diputada Andrea Gordillo, presidenta de la Comisión de Salud en el Congreso local.

Morelos forma parte de las 17 de 32 entidades que tienen leyes de salud mental, pero no cumple con los parámetros mínimos de presupuesto y atención recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS); se espera que para 2024, con el aumento en el Paquete Económico, las cifras de suicidio y vulneración emocional disminuyan. Sobre las estadísticas, hacia mediados del año pasado, el incremento de casos iba en 45 por ciento, con un alarmante crecimiento en Cuautla”, afirma la legisladora.

Señaló que, históricamente, un tercio de las patologías en general tenían una causa psicológica, pero, después de la pandemia, los datos se elevaron tanto que apuntaban a problemas de salud mental que alcanzan a dos tercios de la población, especialmente por estrés, ansiedad y depresión, patologías que se traducen en la violencia familiar, escolar, de género, comunitaria y criminal.

 

En la entidad, los Servicios de Salud Morelos tienen a disposición de la sociedad una red de atención que se compone de 298 médicos generales, cuatro psiquiatras, 25 psicólogos y tres Centros Integrales de Salud Mental ubicados en Emiliano Zapata, Cuautla y Zacatepec.

De acuerdo con Lorena Elizabeth Castillo Castillo, investigadora perteneciente al grupo de Salud Mental y Adicciones adscrito al INSP, en el país el 8 por ciento de las enfermedades mentales corresponden al área neuropsiquiátrica. En México, cuatro millones de personas padecen depresión, seis millones más tienen problemas relacionados con el consumo de alcohol, mientras que el 10 por ciento de los adultos mayores de 65 años sufren cuadros demenciales y el 15 por ciento de la población entre 3 y 12 años padece algún tipo de trastorno mental o de conducta.

Entre los factores que podrían afectar la salud mental de las personas se encuentran la inseguridad, desesperación, rápido cambio social, violencia, problemas que afecten la salud física, experiencias personales, interacciones sociales, valores culturales y experiencias familiares, escolares y laborales.

Los trastornos mentales se originan por múltiples factores que afectan a la población, sin distinción de raza, género o edad; suelen estar vinculados con factores genéticos, psicológicos, neurológicos, ambientales o sociales, entre otros, por lo cual su tratamiento requiere de un equipo multidisciplinario como médicos, psicológicos, psiquiátricos, cuya finalidad es mejorar la calidad de vida de la persona”, señala Castillo Castillo.

Según datos de la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, el 8.3 por ciento de la población encuestada reportó haber tenido ideación suicida alguna vez en la vida; el 3.2 por ciento informó de un plan para suicidarse mientras que el 2.8 por ciento intentó quitarse la vida.

Para la investigadora, la problemática suicida está directamente relacionada con enfermedades mentales como la esquizofrenia, la depresión y el consumo de drogas; factores que también influyen en el ambiente que se desarrolla, como el familiar, el social e incluso el político.

Redes sociales detonan ansiedad

Según especialistas del Instituto Mexicano de la Juventud, las redes sociales, si bien representan una nueva forma de informarse, también pueden generar depresión, ansiedad, problemas de sueño e inseguridad.

Samuel Islas Ramos, secretario general del Consejo Mexicano de Psicología y Director General de Ágora- Clínica de Salud Emocional, dijo que todo padecimiento como narcisismo, abulia, depresión, angustia y otros se genera muchas veces por el uso inmoderados de redes sociales, no obstante, son problemas que afectan la salud mental de las personas.

Las redes sociales hacen que las personas busquen aparentemente una vida en sociedad alterna en la virtualidad, pero generan otros problemas, afectando principalmente a los niños y adolescentes, quienes están en etapa de conformación de su personalidad y cree que las redes sociales es la vida real, cuando en realidad no es de esa manera”.

Desde hace más de 10 años se empezó a dar un fenómeno que hasta la fecha ha generado padecimientos que afectan la salud mental y física, como el ciberbullying, “esto ocasiona depresión, ansiedad, inseguridad y demás, y todo, por el abuso de las redes sociales”.

Reconoció que este problema, que ya se empieza a catalogar como de salud pública, tiene un antes y un después de la pandemia por covid-19, ya que durante el tiempo que duró se generó un uso desmedido del internet; “ahora se ha mantenido el uso pero sin una intencionalidad educativa, sólo de entretenimiento y hasta para ver pornografía”.



Luis Flores | El Sol de Cuernavaca

Samuel Islas reconoció que todas las enfermedades mentales son evolutivas y episódicas, es por ello que para tratar la salud mental en sus inicios se debe de encontrar cuáles son los factores o estímulos desencadenantes para posteriormente ver su evolución, su crisis y desenlace; posteriormente, dijo, viene un periodo de normalidad antes de que se vuelva a presentar la enfermedad. “Todas las enfermedades que generan alteración en la salud mental y psicológica es derivado de eso, de cómo podemos ir encontrando esos episodios”.

Dijo que estos problemas son evolutivos y pueden iniciar desde la niñez con el síndrome del emperador, posteriormente viene el trastorno negativista desafiante, y si no se hace nada para tratar estos problemas en la niñez, en la adolescencia se puede tener un trastorno bisocial, seguido del antisocial de la personalidad, y si aun así no se atiende, se puede caer en un trastorno psicótico breve o alguna esquizofrenia. / Con información de Dulce Gaviña

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