Frente a la incapacidad de su gobierno para contener su avance, la ola delincuencial que azota al estado de Morelos lo ubica en los primeros lugares a nivel nacional, lo que la convierte en una de las entidades más inseguras del país. En contraparte, nuestra entidad ocupa el último lugar nacional con acceso a la justicia.
Estos referentes, al mismo tiempo, nos ubican también con elevados índices de impunidad. Cuauhtémoc Blanco, gobernador de la entidad, es calificado en el último lugar por la organización “México Evalúa” en materia de acceso a la justicia con 346.5 puntos, cuando el primer lugar lo ocupa Querétaro, con 1.205.8 puntos, en tanto que el promedio general de índices aceptables, de acuerdo con la organización, es de 1.400 puntos.
Investigaciones realizadas por la Red Nacional de Consejos Ciudadanos dan cuenta del hecho que Morelos ocupa el primer lugar nacional en feminicidios, dejando atrás casos muy sonados como las muertas de Juárez, o casos como los registrados en el Estado de México. Morelos ya está por encima de ellos.
Y no menos grave es el hecho de que, de igual manera, lamentablemente el estado de Morelos se ubique también en las primeras posiciones a nivel nacional en homicidios dolosos, robo de vehículos, así como de motocicletas, vehículos usados incluso para cometer otras fechorías en diversos puntos de la entidad.
Casos muy concretos y recientes se ven reflejados en el asesinato de un automovilista que viajaba en su camioneta acompañado de su esposa y fue baleado y muerto a metros de donde el gobernador encabezaba un acto oficial. Y más aún: apenas la semana pasada, en menos de una hora, se registraron tres balaceras en varias colonias de la capital del Estado. En ninguno de los casos hubo detenidos ni se tiene información del avance de las investigaciones, debido al hermetismo de la actual administración.
Es así como, de acuerdo con la Red Nacional de Consejos Ciudadanos, en cuanto al robo de motocicletas Morelos ocupa el segundo lugar a nivel nacional, mientras que en el robo de autos ocupa el tercero en todo el país.
Pero la situación es más grave aún, porque de acuerdo a las denuncias y reportes, los niveles de violencia a los que recurren los delincuentes cada vez van en aumento, en muchos casos registrándose hechos de sangre.
El nada honroso tercer lugar nacional en el homicidio doloso lo ocupa la tierra de Zapata, justo debido a la violencia imperante en la entidad, donde incluso la región oriente es de las más castigadas y el alcalde de Cuautla ha sido amenazado de muerte por la delincuencia, aunque el presidente municipal, Rodrigo Arredondo López, ha declarado que se mantiene firme en su cargo, al frente de sus responsabilidades, combatiendo la ola delictiva, a pesar de las amenazas.
En contraparte, el acceso a la justicia en la entidad ocupa el último lugar a nivel nacional, de acuerdo con las investigaciones realizadas por la organización “México Evalúa”, que en un estudio revela las deficiencias tanto de los cuerpos policíacos como la CES, la FGE, así como el Poder Judicial de la entidad.
En el primer caso, las tareas de prevención del delito y su combate a cargo de la Comisión Estatal de Seguridad no están funcionando; la Fiscalía del Estado ha sido ampliamente cuestionada por las acusaciones contra su titular, Uriel Carmona Gándara, en tanto que en el Poder Judicial de la entidad, como en el resto de las instancias, la sobrecarga de trabajo les impide cumplir con prontitud y eficacia con su labor.
Es así como en Morelos tenemos una creciente ola delictiva en todos los órdenes, violencia, homicidios, feminicidios y robo de vehículos, pero no hay acceso a la justicia, por lo que en la entidad campea la impunidad.