Para los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), adscritos a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), para ser controlador aéreo en México basta haber cursado el bachillerato y tomar un curso de dos años con validez oficial de la SEP. Sin embargo, para expertos es insuficiente, pues la responsabilidad de un controlador es supervisar y gestionar el despegue y aterrizaje de aeronaves, es decir que “tienen muchas vidas en sus manos”, por lo que la formación debería ser mayor y bien supervisada.
Incluso, el Órgano Interno de Control (OIC) de Seneam detectó irregularidades en la asignación de plazas de mando y aquellas consideradas exclusivamente para los controladores de tránsito aéreo. Se trata de personas que de acuerdo con la observación no cuentan con formación sólida en la materia, pero que después fue solventada al comprobar que es suficiente tomar una carrera técnica de dos años.
Ello cobra relevancia cuando meses antes de que el OIC realizara la observación salieron a la luz pública una serie de denuncias sobre “errores operativos” que provocaron riesgo de colisión entre aviones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), lo que puso en tela de juicio la capacitación de los controladores aéreos.
De acuerdo con el expediente RRA 9900/23, que EL UNIVERSAL solicitó vía transparencia, las observaciones del OIC ocurrieron el 24 de marzo de 2023 como parte de un informe para verificar que la Dirección de Recursos Humanos de Seneam cumpliera con las obligaciones en materia de estructuras orgánicas y ocupacionales; asimismo, que los procesos de contratación y baja de personal se realizaran con apego a la normatividad.
En dicha fiscalización, el OIC determinó que tras la revisión de la información y documentación que la Dirección de Recursos Humanos proporcionó, con relación a 18 plazas de confianza creadas en 2019 para destinarse a cubrir las funciones de control de tránsito aéreo, “se observó que 12 casos no contaban con la formación de controlador, toda vez que su perfil correspondió a ingenieros (10), contabilidad general (uno) e informática (uno)”.
Pese a ello, durante el seguimiento de la auditoría, la observación se consideró atendida, pues Seneam aclaró que todos los casos “se encontraban alineados al perfil requerido conforme al sistema” y proporcionó constancias de nombramiento y licencias del personal.
De acuerdo con el portal de la SICT, para ocupar el cargo de controlador aéreo ni siquiera se necesitan estudios universitarios, basta con el certificado de nivel medio superior y dominio del idioma inglés para participar en un proceso selectivo que concluye con la impartición de un curso técnico en control de tránsito que dura dos años.
Para Juan Antonio José, analista en temas de aviación, esa formación no es suficiente y muestra de ello son los sucesos ocurridos en mayo de 2022, cuando se viralizó un video en el que se observa a dos aviones que estuvieron en riesgo de colisión en el AICM.
El hecho se produjo después de que un controlador autorizara a una aeronave aterrizar en la pista donde ya se encontraba otro avión. El incidente se evitó gracias a las maniobras de los pilotos.
El incidente sacó a la luz información acerca de que ese tipo de casos habían sido recurrentes a lo largo de los últimos años.
“Definitivamente tenemos un severo problema en la gestión del control de tránsito aéreo en México y es un problema que tiene dos vertientes: la primera es la falta de controladores y la segunda la calidad de los controladores, es decir, no tenemos suficientes y en algunos casos a los que ponen a controlar el espacio aéreo no son las personas idóneas, lo cual afecta a la seguridad y aumenta el riesgo de un accidente en el espacio aéreo mexicano”, indicó.
El experto detalló que si bien el curso de dos años que toman los controladores sí cumple con las normas a nivel internacional, “en México existe una autoridad aeronáutica débil”, incapaz de supervisar como es debido.
“En el Seneam se hacen cosas que no deberían de hacerse, como lo es la elección de candidatos bajo criterios políticos, es decir que están ingresando controladores recomendados por los sindicatos, recomendados por los políticos; hay procesos viciados de corrupción en donde entra a trabajar el hijo de un controlador, el hijo de un amigo, y estas contrataciones no reflejan la necesidad de contratar a los mejores perfiles”, sentenció.
Por su parte, Fernando Gómez Suárez, también analista en aviación, coincidió en que la capacitación para los controladores “debe de ser mucho mayor”. Explicó que los incidentes aéreos han sido recurrentes en los últimos tres años “y ha sido personal de reciente ingreso, que lleva prácticamente el mismo periodo, quienes han sido señalados, sobre todo estos que vienen de otras disciplinas o profesiones”.
En esa materia, el especialista consideró que al interior del Seneam debe instaurarse un programa de capacitación permanente para evaluar la capacidad técnico-operativa de los controladores, así como aplicar una revisión periódica anual y una recertificación anual.