El Gobierno mexicano acordó este jueves una nueva línea de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 35.000 millones de dólares, una reducción de cerca de 15.000 millones desde que se renovó la línea anterior en 2021, según informó en un comunicado la multilateral. La Línea de Crédito Flexible es un instrumento disponible a algunos países del mundo que les permite fortalecer sus reservas y atender choques inesperados. La línea estará vigente por dos años.
Esta es la cuarta ocasión consecutiva en que México decide reducir su exposición a este tipo de financiamiento, de acuerdo con la información del Fondo. En 2018, la segunda economía de Latinoamérica decidió recortar la linea de 88.000 millones de dólares a 74.000 millones.
La línea de crédito, la cual se otorga en base a derechos de giro especiales que garantizan que los recursos se transiferan de manera rápida y flexible, estuvo inmersa en una controversia en 2021, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió una petición para recibir el dinero y pagar parte de la deuda de la emproblemada petrolera del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex). En su momento, un subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel, aseguró que estaría en violación de la ley, ya que el crédito con el Fondo es para fortalecer las reservas del banco. Pemex es la empresa petrolera más endeudada del mundo.
“México sigue expuesto a elevados riesgos externos de cola, si bien menores que en años anteriores. Estos incluyen nuevos episodios de volatilidad en los mercados financieros, aumento de las primas de riesgo y salidas de capital de los mercados emergentes, así como el debilitamiento del crecimiento de Estados Unidos y una desaceleración económica mundial”, señaló Gita Gopinath, primera subdirectora gerente del FMI. “Las próximas elecciones en México y Estados Unidos podrían exacerbar aún más la incertidumbre. El nuevo acuerdo en el marco de la LCF continuará teniendo un papel importante para apoyar la estrategia macroeconómica de las autoridades y ofrecer un seguro frente a riesgos extremos, además de apuntalar la confianza del mercado”, añadió.
El Fondo consideró que la política monetaria del banco central mexicano es prudente, ya que se ha centrado en contener las presiones inflacionarias. En cuanto a la política fiscal del Gobierno Federal, esta ha mantenido la deuda pública bajo control, calificó la multilateral. “Estos esfuerzos deben continuar, acompañados de reformas del lado de la oferta que resuelvan los cuellos de botella existentes, con énfasis en la lucha contra el cambio climático, el fortalecimiento del marco de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo la lucha contra la corrupción y la mejora del mercado laboral”, recomendó el FMI.
“La economía mexicana está en medio de una expansión generalizada, con un consumo e inversión del sector privado sólidos”, dijo Gopinath en un comunicado. “Las políticas macroeconómicas y los marcos institucionales de política económica de México siguen siendo muy sólidos, con un régimen de tipo de cambio flexible, un marco creíble de metas de inflación, la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y un sector financiero bien regulado. México sigue cumpliendo con los criterios de habilitación de la Línea de Crédito Flexible (LCF)”, agregó.