El presidente Andrés Manuel López Obrador puso como plazo el 15 de enero próximo para que las empresas ferroviarias concesionadas para el servicio de carga presenten planes de reactivación y modernización para trenes de pasajeros, bajo la advertencia de que si no aceptan las concesiones serán entregadas a las Fuerzas Armadas.
Ayer, el Mandatario envió a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) para análisis su anteproyecto de decreto para que empresas de trenes concesionadas de carga también ofrezcan servicio de pasajeros en siete líneas.
En el documento, el jefe del Ejecutivo federal, por medio de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), busca declarar como “área prioritaria” para el desarrollo nacional la prestación del servicio público de transporte de pasajeros en el Sistema Ferroviario Mexicano.
Señala que en las vías férreas concesionadas se dará preferencia a la prestación del servicio público de pasajeros, pero aclara que se respetará el servicio público de transporte de carga.
Se aclara que los actuales concesionarios serán los primeros en ser invitados para presentar los proyectos para la implementación del servicio de pasajeros, dentro de las vías generales de comunicación ferroviaria que les fueron otorgadas en concesión, por lo que los interesados deberán presentar sus propuestas ante la SICT a más tardar el 15 de enero de 2024.
Pero advierte que en caso de que estos concesionarios no presenten propuestas viables en inversión, tiempo de construcción y modernización de vías para otorgar el servicio de pasajeros o no manifiesten su interés y aceptación en el plazo establecido, el gobierno federal podrá otorgar títulos de asignación a las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) o Marina (Semar) —de las cuales destacó que ya operan el Tren Maya y el Tren del Istmo— o, en su caso, a particulares que presenten propuestas y estén interesados.
“En caso de que los concesionarios del servicio público de transporte ferroviario de carga no presenten propuestas viables en inversión, tiempo de construcción, modernización de vías para otorgar el servicio de pasajeros o no manifiesten su interés y aceptación en el plazo establecido en la cláusula anterior, el gobierno federal, a través de la SICT, podrá otorgar títulos de asignación a la Secretaria de la Defensa Nacional o a la Secretaría de Marina, que ya operan el Tren Maya y el Tren del Istmo de Tehuantepec, o, en su caso, a particulares que presenten propuestas y estén interesados en prestar el servicio de transporte ferroviario de pasajeros en términos de lo dispuesto por la Ley Reglamentaria de los Servicios Ferroviarios y su Reglamento”.
El anteproyecto detalla que las primeras siete rutas que se concesionarán serán las siguientes, que deberán considerar preferentemente las estaciones que se encontraban en operación antes del año 1995: México-Veracruz-Coatzacoalcos; Tren Interurbano AIFA-Pachuca; México-Querétaro-León-Aguascalientes; Manzanillo-Colima-Guadalajara-Irapuato; México-San Luis Potosí-Monterrey-Nuevo Laredo; México-Querétaro-Guadalajara-Tepic-Mazatlán-Nogales y Aguascalientes-Chihuahua-Ciudad Juárez.
Se indica que la regulación del servicio público de transporte ferroviario de carga y de pasajeros, así como la implementación del decreto, estará a cargo de la SICT y de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario.
Este decreto entrará en vigor el día de su publicación en el Diario Oficial de la Federación; sin embargo, el presidente López Obrador ha manifestado su interés en que sea publicado el próximo lunes 20 de noviembre en el marco del Día de la Revolución Mexicana.
Entre los argumentos para este decreto, el presidente López Obrador asegura que es del interés de su administración impulsar la implementación de ferrocarriles de pasajeros que permitan mejorar la calidad de vida, el bienestar y la movilidad de las personas en virtud de que representa un transporte público económico, menos contaminante “sobre todo considerando que éste puede modernizarse para convertirse en transporte eléctrico”, más seguro y la mejor alternativa para incrementar la movilidad de la población en las principales ciudades.
En el anteproyecto, López Obrador calificó como “una desgracia” que el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León haya publicado en 1995 una reforma para permitir la entrega de concesiones de ferrocarriles a empresas privadas y que con esto casi 85% de las vías existentes hayan pasado a manos de privados.
Destacó que a finales de la década de los 90 el gobierno federal entregó en concesión 17 mil 484 kilómetros a dos empresas privadas y con esto se canceló el servicio de trenes de pasajeros.
“Fue realmente una desgracia el que el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, continuador de la política salinista, haya privatizado los ferrocarriles en México, pues el 2 de marzo de 1995 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma al cuarto párrafo del artículo 28 constitucional. Dicha reforma sustituyó el régimen de participación exclusiva del Estado en los ferrocarriles a fin de permitir la participación de privados”, dijo.