Dos mexicanos están entre la tripulación de un carguero británico que ha sido secuestrado por el grupo rebelde Huthi, de Yemen, en el Mar Rojo, tan solo unas horas después de que los rebeldes anunciaran que atacarían barcos con bandera, propiedad y operación israelí, y como una muestra de apoyo a Palestina en el conflicto entre Hamás e Irsael. Sin embargo, el Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, ha salido a aclarar que el barco no es israelí y ha responsabilizado a Irán del ataque.
“La Secretaría de Relaciones Exteriores se mantiene atenta a la evolución del secuestro de una nave carguera en aguas internacionales del Mar Rojo, cuya tripulación se compone de veinticinco personas y entre las que, a partir de información recibida, se encuentran dos de nacionalidad mexicana”, ha informado la SRE en un comunicado este lunes. Además, la dependencia asegura estar realizando gestiones “mediante canales diplomáticos para corroborar la situación de la tripulación y ha tenido comunicación con representantes de embajadas de otros países involucrados” para lograr la liberación de los tripulantes.
El Galaxy Leader, que transportaba vehículos, es propiedad de una empresa británica, pero es gestionado por la naviera japonesa Nippon Yusen (NYK Line). Según ha reportado el diario estadounidense The New York Times, el barco navegaba con la bandera de Bahamas, un lugar popular para el registro de embarcaciones debido a las ventajas fiscales, y figura en los registros como propiedad de la empresa Ray Car Carriers Ltd., con sede en la Isla de Man. El beneficiario final de la empresa parece haber sido en algún momento el multimillonario israelí Rami Ungar, según los Paradise Papers, la filtración de documentos confidenciales que en 2017 expuso un mundo oculto de riqueza y propiedades.
El domingo, el grupo rebelde yemení —que cuenta con apoyo y respaldo de Irán— publicó un video de la captura del carguero. En las imágenes se puede seguir la secuencia desde el momento en el que desde un helicóptero militar, con las banderas de Palestina y de Yemen, desciende un grupo de varios hombres armados que desciende hacia el barco, interceptan a la tripulación y se apoderan de la nave. Los huthíes han asegurado que toman represalias por los “atroces actos de Israel contra el pueblo palestino en Gaza y Cisjordania” y han pedido a otros países mantenerse alejados de la zona. También amenazaron con atacar todos los buques que tengan algún tipo de relación con Israel.
El Ejército israelí calificó el hecho como un “evento grave”, diciendo que el barco se dirigía a la India desde Turquía y que tenía una “tripulación internacional, sin israelíes”. La oficina de Netanyahu consideró los hechos como “un ataque iraní contra un buque internacional”. Sin embargo, Teherán rechazó las acusaciones. El Gobierno de Japón ha pedido la liberación de los 25 marinos de la tripulación tomados como rehenes. Estados Unidos se ha sumado este lunes a la condena, considerando el secuestro como “una violación flagrante del derecho internacional”.