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Entrevista / Denise Dresse / Lecciones vs. seducción autoritaria

 
Denise Dresser: Académica y politóloga. En su libro ¿Qué sigue?, 20 lecciones para ser ciudadano ante un País en riesgo, Dresser llama a la defensa de las instituciones y alerta que este sexenio la única que se ha creado es la militarización
 

 

Pareciera que Denise Dresser está destinada a dar las mismas batallas una y otra vez, sexenio tras sexenio, exhibiendo un sistema político y económico disfuncional que no sólo no resuelve los problemas, sino que los agrava.

En su nuevo libro: "¿Qué sigue? 20 lecciones para ser ciudadano ante un País en riesgo", de Editorial Aguilar, Dresser emprende nuevamente la tarea de hacer partícipes a los ciudadanos del momento político y social, y los convoca a actuar y defender las instituciones y los contrapesos del poder.

"Escribí este libro para recordar de dónde venimos, por qué se dio esta alternancia electoral, por qué construimos instituciones como el INE y por qué buscamos que la Corte fuera autónoma, y cómo los errores de la transición llevaron al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

"Es una especie de pedagogía pública de la democracia, de la historia de la transición electoral, y de lo mucho que nos falta por hacer para hacer frente a los riesgos que ha creado López Obrador y a los riesgos que venimos arrastrando como País", describe.

A diferencia de sus libros "El país de uno" (2011) y "Manifiesto mexicano" (2018), donde señala los males que aquejan al País, en esta ocasión entrega un manual con anécdotas y vivencias personales con el que aspira que los lectores se sientan identificados.

 

 

¿De dónde nace ese impulso por sacudir a una ciudadanía que parece aletargada?

He vivido desde hace muchos años en la indignación permanente, hemos visto transiciones electorales, cambios de Gobierno, sacamos al PRI de Los Pinos, llegó el PAN, luego el PRI regresó, luego Andrés Manuel López Obrador, pero a pesar de esos cambios en las cúpulas, los problemas siguen siendo los mismos o incluso se agravan.

Mis temas de siempre han sido la rendición de cuentas, la transparencia, la representatividad del sistema político, la construcción de ciudadanía, el combate a la corrupción y, como creo que evidencia el libro, una preocupación por la concentración de riqueza, los monopolios y la desigualdad. En muchos sentidos, los problemas continúan siendo los mismos. Algunos se agravan y sentí el imperativo de señalarlo y de que la ciudadanía reaccione.

 

 

¿A qué atribuyes que buena parte de la sociedad pareciera no estar indignada?

La innovación de este libro es que también hace una crítica a la sociedad que lo eligió, que le ha permitido gobernar como ha gobernado, muchas veces de forma autoritaria, arbitraria, erosionando la democracia disfuncional que habíamos logrado construir. Y hablo de la seducción autoritaria en la que han caído muchos. El Presidente López Obrador es muy popular, a pesar de los malos resultados de su Gobierno.

Y en el libro doy una serie de recetas, no sólo es la crítica al Gobierno, cada capítulo desmenuza algún tema donde yo identifico un riesgo y luego viene una propuesta. Uno de los capítulos se llama: 'No te vuelvas porrista', porque veo que demasiados mexicanos y mexicanas se han vuelto cómplices de la seducción autoritaria; han caído en esta trampa de la retórica lópezobradorista, que porque se combate la corrupción y se ayuda a los pobres, entonces hay que cerrar los ojos frente a toda la destrucción institucional que está ocurriendo, frente al hecho de que el Presidente ha militarizado como nunca al País.

 

 

¿Cuál es la acción de este Gobierno que más efectos puede dejar en la sociedad?

Hay muchos que han comprado esta idea de que todo lo que vino antes era neoliberal, era corrupto, no funcionaba, era demasiado caro. Pero lo que habíamos logrado era construir una institucionalidad incipiente, y mis libros anteriores describen los defectos de esas instituciones y mi esperanza siempre era, pues, que la clase política corrija. Pero este Presidente, en lugar de identificar los defectos y las fallas institucionales para corregirlas, ha usado las fallas y los defectos para justificar la destrucción, porque no cree en las instituciones, no cree en el Estado, no cree en los contrapesos, cree en sí mismo.

La única institucionalidad nueva que está construyendo es una muy peligrosa para el País, que es la militarización. Uno de los capítulos del libro se llama 'La militarización no es la solución'. Hablo del Índice Nacional de lo Militarizado, creado por el CIDE y por el colectivo Seguridad sin Guerra, ya son más de 250 actividades anteriormente en manos de civiles que hoy están en manos de militares. No hay forma de que la democracia y el militarismo sean compatibles. Lo que ha hecho este Presidente es que la lealtad del Ejército ya no es una lealtad a la Carta Magna o al Estado mexicano, es una lealtad a la Cuarta Transformación, a Morena, al Presidente.

 

 

¿Cómo has evitado sucumbir a lo que llamas la seducción autoritaria de López Obrador?

Comienzo el libro hablando de por qué decidí escribirlo. Y me motivaron dos razones: una, porque en el aula, en la clase que yo enseño de Política y Gobierno de México, otra vez las discusiones empezaban a centrarse en el Presidente. Durante 20 años hablábamos que si del Congreso, de los medios, del papel del Poder Judicial, porque precisamente la democratización había de alguna manera repartido el poder y le había quitado poder al Presidente. Y de pronto estábamos en este vuelco al pasado. Otra vez en una situación en donde para entender la política de México, tenías que meterte de nuevo en la cabeza del Presidente, lo cual me parece una regresión autoritaria.

Y un segundo motivo fue ver lo que está pasando en el mundo. Yo tengo entrenamiento como comparativista, en eso hice el doctorado, y hay una literatura creciente sobre la erosión democrática en Hungría, en Polonia, en Rusia, incluso en Estados Unidos con el regreso de Trump. Y cómo la paradoja de nuestros tiempos es líderes democráticamente electos con legitimidad democrática que, una vez que llegan al poder, usan las instituciones de la democracia para destruirla.

Y yo estoy viendo en este Presidente y en su manera de embestir al sistema electoral, de tratar de capturar a la Corte, ese impulso priista, viejo, de vamos a acabar con el terreno nivelado de juego, de cambiar las reglas a la mitad del juego para que te quedes en el poder y para que el árbitro esté de tu lado. Y creo que el salto de Arturo Saldívar de la Suprema Corte es un ejemplo de eso.

 

 

 

 

 

 

 

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Nacional
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