El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, denunció que al menos el 50 por ciento de los negocios en Cuautla, paga derecho de piso y extorsión al crimen organizado, y hasta algunas iglesias también lo hacen.
Cuautla, Mor.- El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, denunció que al menos el 50 por ciento de los negocios en Cuautla, paga derecho de piso y extorsión al crimen organizado, y hasta algunas iglesias también lo hacen. Además, indicó que numerosos profesionales, como doctores y dentistas, han cerrado sus negocios debido a la presión para realizar estos pagos y negocios han tenido que cerrar cansados de las presiones y amenazas de que son objeto.
Lamentó que actualmente la ciudadanía viva momentos de crisis, sufrimiento, dudas, desengaño, enfermedades, hambre, días de guerra y violencia. “Voy a visitar parroquias y no saben cuánto se está extendiendo el derecho de piso; qué pena que la gente tenga que trabajar para mantener a los narcotraficantes, sin que tengan el apoyo de parte de las autoridades a las que les compete la seguridad”, relató.
Tras la denuncia, el obispo planteó preguntas sobre quién tiene el control en la entidad, cuestionando si es el gobierno o grupos criminales y resaltó el aumento de la violencia en Morelos en los últimos años.
“La violencia y delitos como el robo crecen de manera ‘preocupante’, a lo largo y ancho del estado, las zonas rojas ya no existen porque ahora son la mayoría de los municipios donde el cobro de piso y los asaltos son cotidianos; la ola de violencia trae consigo luto, y dolor”, sostuvo.
No es la primera vez que el obispo Castro alza la voz en contra de la violencia en la entidad. El pasado mes de julio, acusó que el crimen, la violencia, la inseguridad y el cobro de piso han aumentado de manera alarmante en el estado de Morelos y en todo el país y aseguró que las estrategias implementadas a nivel estatal y federal para abordar estos problemas no han sido efectivas.
Cuando se le preguntó si la inseguridad y la violencia habían mejorado o empeorado en los últimos cinco años a nivel estatal y federal, el obispo destacó que ha habido un crecimiento preocupante en los crímenes, la violencia y la inseguridad, y que la estrategia de "abrazos no balazos" no ha dado los resultados esperados por el gobierno federal.
Pidió a los fieles mantenerse esperanzados, confiados en que los tiempos van a mejorar; “la resignación no es opción, pero a los católicos les toca rezar por la paz y ser personas de bien”.