Slim es el ciudadano más rico de México y Latinoamérica. La revista Forbes lo ha colocado este año como la octava persona más adinerada del mundo en su lista anual, que lideró hace 12 años. Sus 100.000 millones de fortuna provienen de varias empresas multinacionales, como la principal, América Móvil. También de Grupo Carso, un enorme conglomerado de empresas comerciales, industriales, de comunicación o consumo (como la cadena Sanborns, uno de los restaurantes más populares del país), cuyas acciones se han elevado un 109% en 2023 y tienen el mejor desempeño en el índice de referencia de México.
Durante el último año, Slim se ha hecho también con el 49,9% de Zama, una enorme compañía petrolera que busca crudo en un megayacimiento del Golfo de México. Otra de sus empresas, la española FCC, recaudó 1.100 millones de dólares al vender una participación del 25% al operador de pensiones canadienses CPPIB. El empresario ha diversificado sus negocios con los años, aunque el sector de las telecomunicaciones es su predilecto. Es el principal accionista de América Móvil y del Grupo Carso, pero sus negocios también se extienden a la construcción, las finanzas o la minería. En España, el empresario mexicano es el primer accionista de FCC y de Realia. También es accionista de PRISA, el grupo editor de este diario.
Slim, además del magnate más rico de México, es una persona con gran influencia política gracias a su enorme capital y su cercanía con el actual presidente del Gobierno, Andrés Manuel López Obrador. A menudo, el Estado mexicano se convierte en uno de sus clientes, tanto en obras públicas como en la gestión de desastres. En los noventa, cuando el presidente Carlos Salinas de Gortari privatizó Telmex, la entonces empresa de telecomunicaciones estatal, Slim la compró a través de Grupo Carso. La empresa, hoy parte de América Móvil, se ha convertido en una de las compañías de telecomunicaciones más importantes del mundo.