El alcalde Cuauhtémoc Blanco Bravo ha puesto una barrera entre su función como servidor público y la cercanía que debe tener con los ciudadanos, a través de los miembros del Ejército Mexicano que resguardan su seguridad, como se evidenció ayer, cuando junto con sus principales colaboradores, aprovechó ese resguardo, para huir de reclamos de grupos vulnerables que reclaman su apoyo para que elimine cobros onerosos en el pago del predial. Elementos humanos y materiales de la milicia están siendo utilizados no para resguardar al presidente municipal de Cuernavaca, sino para que pueda evadir sus responsabilidades a las que se comprometió. “La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), está para defender la soberanía del país, no para que el alcalde evada a los ciudadanos, o para proteger su vehículo”, señalaban quienes ayer se manifestaban de forma pacífica con la única intención de que, en uso de sus facultades, el alcalde otorgara estímulos económicos a los que menos tienen, a través de una solicitud al Congreso para modificar la Ley de Ingresos de Cuernavaca. Blanco Bravo es el único de los 33 alcaldes que goza de ese privilegio, pero cuya actuación, ayer fue mal interpretada por él o sus colaboradores cercanos, ya que utilizaron al los soldados para evitar que los ciudadanos ingresaran al edificio municipal (Diario/ ocho columnas/ Rogelio Ortega