En una similitud al pasado, la legislatura 55, emulando los mismos vicios de la 43 de Graco Ramírez, autorizó a escondidas un aumento de 84 millones de pesos, elevando el presupuesto total de 500 a 584 millones de pesos para el próximo año, denunció Roberto Salinas del Centro de Investigación Morelos Rinde Cuentas, quien calificó como un exceso y un abuso el cometido por los diputados locales del Congreso del Estado.
Al ser entrevistado al respecto, puntualizó Roberto Salinas que, a pesar de la reducción de diputados de 30 a 20, el presupuesto no disminuyó y por el contrario, aumentó en la actual de 400 aumentó 80 millones el primer año, y ahora, estará alcanzando su punto máximo con 584 millones de pesos para el próximo 2024, un año electoral con un aumento desproporcionado que colocará a Morelos como el tercer Congreso más caro del país.
Roberto Salinas advierte que, criticó además la falta de transparencia en el manejo de los fondos por parte de los diputados actuales desde el año pasado y este 2023 por lo que consideró que es un abuso, al tiempo de señalar que los grupos parlamentarios se reparten opacamente cerca de 100 millones entre ellos, amarrando a los diputados en prácticas cuestionables.
De igual manera, el director de Morelos Rinde Cuentas mencionó que con una Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización a fondo, no se podrá hacer nada porque les garantizará un uso irresponsable de los recursos en perjuicio de los ciudadanos, porque tendrán impunidad pese al mal uso del dinero que podrían hacer el año entrante.
"El incremento desmesurado del presupuesto del Congreso de Morelos, ejecutado a espaldas del escrutinio público, refleja una alarmante falta de rendición de cuentas”, por lo que consideró que subrayó que esta legislatura, al contrario de las expectativas tras reducirse a 20 diputados, ha inflado sus gastos de manera exorbitante y ofensiva.
Recordó que los grupos parlamentarios tienen el 20% del presupuesto que se distribuyen entre ellos y, por lo tanto, se estarán repartiendo cerca de 100 millones de pesos de una manera muy opaca, sobre todo porque se están negando transparentar los recursos públicos.
Y con la ESAF donde eligieron junto con las magistraturas a “cuotas y cuates” que luego terminan pagando favor, será difícil que se les sancione por malversación de recursos por tener de su lado a estas instituciones, pese a considerar como un abuso flagrante, especialmente frente a la opacidad en la distribución de cerca de 600 millones de pesos.