Un análisis comparativo que elaboró Morelos Rinde Cuentas sobre el costo que los ciudadanos pagan al año por la recolección de la basura evidenció que, irónicamente, Cuernavaca tiene el cobro más caro, a pesar del deficiente servicio que la empresa concesionaria da a la ciudad.  

La organización no gubernamental comparó el importe que la población de 49 ciudades, entre estas 9 alcaldías de la Ciudad de México, pagó por el servicio de recolección de basura en 2022.  

Cuernavaca se ubicó en la primera posición con $523 pesos; el último lugar fue para Jesús María, en Aguascalientes, con $107 pesos, y a la media de la tabla, en el lugar 25, se ubicó la ciudad de Ahome, Sinaloa, con $222 pesos. 

La alcaldía de la Ciudad de México (CDMX) con la tarifa más alta fue Coyoacán, con $504, y se ubicó detrás de Cuernavaca, en la segunda posición de la tabla comparativa.  

Morelos Rinde Cuentas elaboró la tabla con base en solicitudes de información pública que presentó ante los ayuntamientos de las ciudades incluidas y con datos poblacionales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), actualizados a 2020. 

En el cruce de la información, refirió que Cuernavaca pagó en 2022 a la empresa concesionaria del servicio, 228 millones de pesos; 130 millones más de los que pagó Jorge Morales Barud en 2013. 

El Ayuntamiento de Cuernavaca es uno de los 19 que tienen concesionado el servicio de recolección; 27 lo operan de forma directa y tres tienen un modelo mixto, entre estos Puebla, donde el costo por ciudadano fue de $210.  

En la estadística destaca el periodo que estuvo a cargo de Antonio Villalobos Adán, por el grotesco incremento que tuvo para el municipio el costo la recolección de sus desechos: 245 mdp en 2019, y 251 mdp en 2021.

El análisis de Morelos Rinde Cuentas es sólo numérico, no saca conclusiones sobre los motivos de las cifras, detrás de las cuales hay una estela de omisiones y presuntos actos de corrupción, que obligaron al municipio a hacer frente a un conflicto judicial y una deuda con particulares; así como de la calidad de los servicios, en donde el de Cuernavaca tiene una pésima calificación otorgada por la propia ciudadanía, los empresarios y los turistas.