El caso de Francisco García Cabeza de Vaca ha entrado en la campaña electoral. El exgobernador de Tamaulipas, uno de los miembros de la oposición con quien más se ha enconado el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ha aparecido en la agenda política con sus claroscuros. Una declaración del presidente, en la que admite que se usó un documento apócrifo para abrir la investigación judicial contra el panista, desató una nueva batalla de acusaciones cruzadas entre antiguos rivales que ahora pelean por obtener un puesto en los comicios del 2 de junio: el exgobernador y Santiago Nieto, extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera. Esa fue la última señal de que el caso había entrado en el juego electoral. La anterior fue la polémica por una foto que subió García Cabeza de Vaca junto a la candidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez, y que eliminó momentos después. El caso del exfuncionario genera ampollas al interior de la campaña opositora, que no termina de evaluar si le conviene tener cerca a un personaje acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero, mientras toma distancia como si el señalado no completara la lista de diputados plurinominales.
Consultado por la prensa, López Obrador dijo el viernes pasado que desconocía los detalles del caso de García Cabeza de Vaca, pero recordaba que se había utilizado un documento falso. “No sé si Santiago Nieto o ya Pablo [Gómez], me llevaron un documento en donde el Gobierno de Estados Unidos estaba solicitando información, y que por eso se había iniciado la investigación en la fiscalía, por una solicitud del Gobierno de Estados Unidos”, comenzó diciendo el presidente. “Y luego supe de que el documento era apócrifo. ¿Cómo? Pero no volví a saber más. Me llamó mucho la atención porque, si era apócrifo, pues ese es el elemento, la prueba, para la defensa, ‘me están persiguiendo injustamente, al grado de que presentan este documento apócrifo’. Pero no he vuelto a saber de eso”, agregó.
La declaración fue munición para la oposición, principalmente para el exgobernador, que ha acusado en varias ocasiones sufrir una persecución política en manos del Gobierno federal. García Cabeza de Vaca, que se ha mudado a Estados Unidos tras sus problemas con la justicia mexicana, celebró que el presidente admitiera el uso de un documento falso y reclamó una operación política para coartar sus aspiraciones políticas.
La UIF dirigida actualmente por Gómez negó a este periódico tener algo que ver con el documento falso. Mientras que Santiago Nieto aseguró a EL PAÍS que el papel no es apócrifo y que el presidente “no tiene porque conocer los detalles de cada uno de los millones de juicios que hay en México”. Según el extitular de la UIF, actualmente candidato a senador por Morena, se trata de “dos comunicaciones de las autoridades norteamericanas”. Una de ellas, es un oficio del FBI relacionado con el congelamiento de cuentas bancarias, “que por cierto ha sido validado ya por el Séptimo Juzgado de Distrito del Poder Judicial de la Federación, con sede en Reynosa”, afirma.
La defensa del exgobernador, por su parte, ha calificado lo sucedido como “gravísimo”. Uno de los abogados del exfuncionario ha explicado que el tribunal citado por Nieto es incorrecto y que lo sucedido se remonta a cuando Nieto ocupaba la titularidad de la UIF. Esta dependencia necesita una solicitud de un gobierno extranjero para poder congelar cuentas, señala el penalista, por eso se presentó un documento firmado a nombre de Joseph González. De acuerdo a la versión del abogado, el documento nunca fue validado por ningún tribunal.
Quien ha salido marcada por su cercanía al caso de García Cabeza de Vaca —ambos figuras del PAN— ha sido Gálvez, que inicialmente le llamó para ser su coordinador en temas de seguridad y luego le excluyó de la lista de su equipo de campaña. Un amague similar se vio en los últimos días en redes sociales. El exgobernador subió una foto con la candidata presidencial cuando se encontraba en su gira en Nueva York y luego la eliminó sin dar explicaciones, según contó el portal Elefante Blanco. “El tema de la foto fue que decía que había una reunión de trabajo y realmente fue un encuentro, por eso fue el conflicto”, justificó Gálvez el viernes pasado. “La verdad es que nos encontramos, nos saludamos y se tomó la foto”, señaló en un intento por sepultar el asunto.
El abogado de García Cabeza de Vaca ha explicado que se eliminó la publicación en redes sociales para “no distraer la atención de la agenda” que tenía la candidata en Estados Unidos. Gálvez esbozó una defensa hacia el exfuncionario al asegurar en su conferencia de prensa que el caso fue utilizado por el Gobierno para “exhibir y presionar a la oposición”. Pero esquivó hablar del distanciamiento de la campaña hacia esta polémica figura, que fue elegido en enero por la dirigencia del PAN para una diputación plurinominal. “Él sigue un proceso legal, tengo entendido que ha ganado muchas instancias, y otra vez el demostrará su inocencia en las instancias correspondientes”, agregó la candidata.
No está claro cuál es el coste político que puede tener una figura como la de García Cabeza de Vaca en una campaña que ya arranca en desventajas, según marcan las encuestas. Lo que sí parece claro de momento es que se trata de un riesgo que el equipo de Gálvez prefiere no tomar.