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EE UU lanza un dardo contra China a través del acero mexicano


Firmaron un tratado de libre comercio considerado como uno de los más completos e innovadores, pero Estados Unidos y México siguen chocando. Ahora, legisladores estadounidenses y la Casa Blanca revivieron una antigua pelea: el intercambio de acero y aluminio. El Gobierno de Joe Biden ha amenazado con reinstaurar los aranceles que había puesto Donald Trump por una supuesta triangulación de la materia prima china vía México. La industria mexicana se ha defendido.

Desde principios de 2023, tanto legisladores estadounidenses que representan Estados productores de acero y aluminio, como Indiana y Carolina del Norte, reiniciaron una presión a las autoridades en ese país, argumentando que las importaciones de acero y aluminio mexicano se habían disparado desde que se eliminaron los aranceles a mediados de 2019. En mayo de 2023, en una carta, uno de los legisladores señaló que México estaba importando estos metales de terceros países, entre ellos Brasil y Rusia. Semanas después, la representante comercial Katherine Tai se reunió con la secretaria de Economía Raquel Buenrostro y pidió se entregará más información sobre el tema.

Esto no resolvió el problema, según la Casa Blanca, quien pidió otra reunión con Buenrostro la semana pasada. “Tai enfatizó la urgente necesidad de que México tome medidas inmediatas y significativas para abordar el actual aumento de las exportaciones mexicanas de acero y aluminio a Estados Unidos y la falta de transparencia con respecto a las importaciones de acero y aluminio de México desde terceros países”, informó la Casa Blanca en un comunicado. Tai advirtió que, bajo el acuerdo firmado en 2019, EE UU puede reimponer aranceles.

“Es un tema preocupante y es una cuestión que hay que analizar a fondo”, opina Kenneth Smith Ramos, especialista en comercio exterior y uno de los negociadores del TMEC. “Esto es parte de la presión creciente que está ejerciendo Estados Unidos respecto a todo lo que tiene que ver con la influencia de China, ya sea en comercio exterior o en inversión en este en los principales países aliados de Estados Unidos”.

La industria acerera, representada por la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero), se defendió en un comunicado en el que aseguran que México tiene un déficit de 3.200 millones de dólares en comercio de acero, el mayor desde que se tiene registro. Además, México le compra a EE UU el 49% de sus exportaciones de este tipo de metal. Sobre la importación de acero y aluminio chino, sin embargo, la Canacero no ofrece datos. Se remite solamente a decir que “resulta completamente fuera de la realidad decir que México es un puente de triangulación de productos de acero chinos a Estados Unidos, y peor aún, que existe falta de cooperación”.

EE UU abrió ya dos procesos contra México en el marco del TMEC: uno por una prohibición al maíz transgénico, mismo que México importa de su vecino del norte; y un segundo por la legislación que el presidente mexicano envió al Congreso que limita la participación de empresas privadas en el sector eléctrico para garantizar preponderancia en el mercado a la empresa del Estado.

“Estados Unidos ya lleva más o menos dos años diciendo que no están recibiendo el mismo grado de detalle de información y transparencia por parte de México”, comparte Smith Ramos, “y no tenemos la certeza si esta acusación de diputados en Estados Unidos y las imputaciones que hace ahorita la representante comercial de Estados Unidos están basados en hechos. Pero lo que sí sabemos es que ya desde hace un buen tiempo han señalado eso como un como un irritante comercial”.

El momento de esta acusación por parte de Tai tiene que ver con la coyuntura electoral, apunta Smith Ramos. Tanto México como EE UU celebrarán elecciones presidenciales este año y se espera que si regresa Trump a la presidencia este le dé un ultimátum a México en el que el país se verá obligado a escoger entre hacer comercio con china o permanecer dentro del TMEC. El acuerdo se revisará en 2026.

“No se trata de blanco y negro y no es un juego suma cero”, señala Smith Ramos, “pero la realidad es que la presión política en Estados Unidos está subiendo mucho para hacer todo lo que sea para contener a China y México inevitablemente va a estar en ese debate”.

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Nacional
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