Hace algunos años, un pueblo tranquilo cuyo nombre inspira aromas de colores: "Lugar del Cerro de las Flores", ese era Xochitepec, ubicado al poniente del estado de Morelos, con una extensión territorial de 99.13 kilómetros cuadrados, que representa dos por ciento de la extensión de Morelos.
Hoy luce solitario, con calles vacías en el día y en la noche aún más, comercios informales; agobiado por la falta de ocupación de sus habitantes, sin obra pública y la ausencia de sus gobernantes; peor aún todavía con el sello de las muertes violentas de enero a mayo de este año.
"Yo ni conozco al presidente", dice doña Carmen, vendedora de "dobladitas" a un costado de la plaza pública.
-¿Ni en campaña lo conoció?- se le cuestiona.
-"Nunca lo he visto, no sé quién es o cómo se llama"- responde mientras los comensales ríen como ratificando la expresión de la mujer que ha tenido el puesto durante 15 años en el mismo lugar.
Lo que llama la atención al entrar por uno de los accesos es la escasa actividad social y comercial. Al inicio de la década, la localidad y los lugares aledaños al Palacio de Gobierno eran una romería; hoy, en un afán por ordenar la carestía y la falta de oportunidades, pocos están convencidos de vivir en la cabecera municipal.
Alberta, su madre y hermanas son nativas de Atlacholoaya, no quieren decir a qué se dedican pero aceptan que pocas veces salen de su comunidad: "La inseguridad es nuestro principal problema. Nadie nos ayuda, ¿a dónde vamos?
Envalentonados, los que comen, respiran y comentan que el palacio está limpio, recién pintado, con los colores del partido que ganó (el PRI), pero los integrantes de la Comuna pocas veces están para recibir a la gente.
Y así fue, en un recorrido por las oficinas del Ayuntamiento el olor a pintura es fuerte y las letras de las áreas están pintadas de color guinda. Al preguntar por el alcalde, Alberto Sánchez, la respuesta es clara: "No está, se fue a Cuautla a una reunión". Los regidores igual, argumentan entrega de programas. No son de oficinas, el pretexto.
Alta marginación
El municipio de Xochitepec tiene un índice de marginación de -97070, lo que indica que se ubica en un grado bajo. "A nivel estatal, ocupa el lugar 25 con referencia a este índice y el dos mil 17 a nivel nacional. De la población que habita el lugar, 49 por ciento se encuentra en situación de pobreza, porcentaje del cual sólo 7.5 por ciento está en pobreza extrema", según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Lo que predomina como actividad comercial, y en cada puerta se puede ver cómo las familias venden algún producto, encuentras de todo: chicharrones, dulces, nieves, elotes, pan, aguas, refrescos, comida, pápalos. Algunos ya con establecimientos de pozole, cocina económica, ropa usada, accesorios, verduras. Todos buscan un ingreso. Mucha de la población trabaja en Cuernavaca, o en las unidades habitacionales que desde una década atrás comenzó a aumentar.
Mercado "fantasma"
Sin embargo, desde la pasada administración perredista inició una "limpia" del comercio ambulante, se trató de reubicar y sacar a todos del zócalo.
Igual hubo muchos que salieron, pero surgieron promesas del actual alcalde de hacer del mercado un lugar clave del comercio municipal.
Pero rápido se olvidaron las promesas, dice Vicente Villafaña, propietario de una cocina económica.
Lo que por ahora sostiene el mercado abandonado son los fines de semana, cuando acuden los "chilangos", dicen ellos.
Propietarios de las casas de las unidades habitacionales asentadas en Atlacholoaya, Alpuyeca, antes ocupadas por sembradíos de flores -principalmente rosas- hoy son construcciones que habitan ocasionalmente.
Según el diagnóstico municipal 2015, elaborado por el Ejecutivo estatal, el 13.7 por ciento de la población en Xochitepec tiene un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo y 53.9 por ciento a un ingreso inferior a la línea de bienestar.
La primera equivale al valor de la canasta alimentaria por persona al mes; y la segunda al valor total de la canasta alimentaria y de la canasta no alimentaria.
El señor Vicente trabaja el negocio con su familia en el mercado. Allí todos comen. "En este último año hubo disminución de comensales y visitantes", señala.
No saben las razones. Pero sí reconoce responsabilidad de los presidentes municipales, el pasado y sobre todo el actual, de extracción priísta, Alberto Sánchez Ortega.
"El mercado se muere cada día. Hemos escuchado promesas, pero sólo eso. A nadie le interesa, menos al presidente municipal, que ya nunca regresó", dice René Toledo Castro, un comerciante que ha tenido su local desde hace 20 años en el mercado.
Aunque a diferencia de otros mercados, el de Xochitepec da la primera impresión que es un lugar abandonado. Ya son nueve meses que el titular del Ayuntamiento "no viene, no sabemos de él, si trabaja o no. Prometió mucho para el mercado pero ya nunca regresó".
No hay transporte para ir hacia el lugar, en la semana, más de la mitad de los casi 100 locales están cerrados. El cascarón no tiene mantenimiento desde hace muchos años. Hubo rumores con la actual administración de Alberto Sánchez de cerrar el lugar y convertirlo en otra cosa.
Un palacio bonito
Aunque la gente no tenga trabajo o viva en medio de la angustia por los hechos violentos al inicio de año, el alcalde priísta quiere un Palacio Municipal bonito, recién pintado: Las paredes, las escaleras, las letras con los nombres de las oficinas. Todo limpio. Aunque casi no haya nadie para solucionar. Sólo el personal que pide recados. Y ya. Pero la gente sabe que es una calma aparente. Lo reflejan en los ojos.
Silvano, un taxista que pide no dar el nombre ni que se le tome foto, dice que hay miedo. Muchas familias se fueron. La gente sale únicamente para hacer sus actividades elementales: Ir de compras, por sus hijos a la escuela o acudir al trabajo. Se le pregunta por qué no hay gente ni se ve mucha actividad a esa hora del medio día; sonríe y evita la mirada.
Seguridad pendiente
Según estadísticas de las dependencias estatales en Xochitepec, se registraron 491 delitos. Todos denunciados en el periodo enero-julio de 2015 en la Fiscalía General del
Estado, 196 son delitos que por su naturaleza pueden ser prevenibles, los cuales representan 40 por ciento del total de la incidencia en el municipio.
La autoridad estatal registra al menos ocho comunidades de alto y muy alto riesgo en Xochitepec. Los mayores riesgos son violencia intrafamiliar, amenazas, lesiones dolosas y homicidios.
Para los ciudadanos es importante que el alcalde invierta en tener bonita su oficina o colocar adornos patrios, pero es más urgente la atención social, pues desde que llegó no existe ningún acercamiento con la gente y ven cada vez más a una autoridad alejada y ausente.