El problema de personas desparecidas en México es un tema delicado que requiere de prioridad, por ello se trabaja en la creación de un registro nacional de fosas comunes y un registro nacional de fosas clandestinas, de donde se obtendrán muestras genéticas que serán confrontadas con muestras de ADN de familias que buscan a sus seres queridos desde hace años, revelaron funcionarios del gobierno federal.

Este no es el único proyecto en puerta, porque también se pretende llegar a un acuerdo con Estados Unidos para cotejar sus registros de servicios médicos forenses; en el vecino país del norte los médicos forenses no solo toman huellas dactilares de cadáveres, sino que también registran el perfil genético.

Debido a los altos flujos migratorios de mexicanos y de que posiblemente algunos de los connacionales ausentes pudieron haber muerto durante su trayecto en suelo estadunidense, México busca intercambiar información para identificarlos.

Explicaron que los estadunidenses tienen una base de datos denominada Sistema Nacional de Personas Desaparecidas y No Identificadas (Namus, por sus siglas en inglés) que actualmente cuenta con un registro de casi 89 mil desaparecidos.

Hace unos días, la Secretaría de Gobernación envió al Senado el Informe Anual del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (Rnped), en el que se menciona que hasta diciembre de 2015 en México hay 27 mil 887 personas en esa condición, de las que 26 mil 898 corresponden al fuero común y 989 al fuero federal.

Muestras genéticas

Los funcionarios federales consultados comentaron que en nuestro país el Sistema Nacional de Búsqueda y el Registro Nacional de Identidad Genética contemplan la conformación de un registro nacional de fosas comunes y de un registro nacional de fosas clandestinas.

Lo que se busca, comentaron, es que todos los cadáveres o restos humanos que se localicen en fosas clandestinas pasen a fosas comunes, en terrenos que serán donados para ese fin; en esos lugares tanto la Procuraduría General de la República (PGR) como las procuradurías y fiscalías estatales podrán tomar muestras genéticas que después confrontarán con los registros con que se cuentan hasta ahora.

El pasado 6 de septiembre la PGR firmó un convenio con el Instituto Nacional Electoral (INE) que permite a la dependencia federal y a los servicios médicos forenses estatales solicitar información sobre personas que tienen calidad de no identificadas.

El procedimiento es sencillo, ya que el personal ministerial, adscrito al servicio médico forense tanto federal como estatal, toma las huellas dactilares de las personas no identificadas y las envían al INE, donde se coteja con el Registro Nacional de Electores que cuenta con 83.6 millones registros; 59.86 por ciento representa los datos de poco más de 50 millones de personas, mismos que cuentan con diez huellas dactilares por cada registro.

Casos

Los funcionarios del gobierno federal indicaron que también se ha pensado incluir en la ley tomar registro de las personas que viven en situación de indigencia, para saber más de ellos.

Explicaron que la Fiscalía de Personas Desaparecidas de la PGR cuenta con un registro de mil 307 personas reportadas como desaparecidas, de las cuales 803 casos (no todos se refieren a una sola persona) son del orden federal.

Son casos que son investigados porque se denunció que el delito fue cometido en función al sujeto, es decir, a un servidor público del orden federal.

Mientras que 250 personas reportadas como desaparecidas, de las mil 307, son asuntos del orden local, ya que hay señalamientos de que autoridades municipales pudieron estar detrás de la desaparición.

Sin embargo, mencionaron los funcionarios, la PGR aceptó esos 250 casos, pese a que no son de su competencia, debido a que las familias de los desaparecidos así se lo pidieron a la dependencia porque no obtuvieron una respuesta favorable de las autoridades locales.