Según datos del Banxico, la moneda mexicana se apreció 0.14% o más de 2 centavos durante la jornada de este martes.
El peso mexicano sigue imparable y ayer alcanzó su mejor nivel en poco más de ocho años, desde diciembre de 2015, y apunta a dos meses consecutivos con ganancias frente a la divisa estadounidense.
De acuerdo con los datos reportados por el Banco de México (Banxico), el tipo de cambio reflejó una apreciación de 0.14 por ciento o 2.40 centavos respecto a su cierre anterior, con lo que se ubicó en los 16.6575 pesos por dólar. Con ello, acumula en el mes una apreciación de 2.3 por ciento.
Analistas destacaron la fortaleza del peso a pesar del recorte en la tasa de referencia del Banco de México, y señalaron que se mantienen vigentes los factores que lo han sustentado, como los flujos de divisas por remesas y exportaciones, así como el diferencial de tasas de interés, principalmente.
Luis Gonzali, vicepresidente y director de inversiones en Franklin Templeton México, explicó que mucho de lo que incide en los recientes movimientos de la paridad peso- dólar responde a un factor global, ya que el 80 por ciento de las transacciones que afectan al peso ni siquiera pasan por México, sino que ocurren fuera del país.
“Esta es una fortaleza generalizada por los factores que veníamos viendo tiempo atrás, como la estabilidad del dólar, el nearshoring y la idea que se tiene respecto a toda la inversión, que aún no vemos reflejada, pero que podría empezar a caer, además del tema del carry trade, que está utilizando al peso como moneda fuerte, y una tasa más alta comparada con las de nuestros pares latinoamericanos”, expuso.
Pesan impactos negativos
Pamela Díaz Loubet, economista en jefe en México para BNP Paribas, indicó que entre algunos elementos que siguen apuntalando a la moneda local están la entrada de remesas al país; la política monetaria restrictiva; el respectivo diferencial de tasas con Estados Unidos, así como las perspectivas favorables asociadas al nearshoring.
“Hay varios elementos contextuales que podrían incidir en su compartimiento, ya que el tipo de cambio suele tener una mayor volatilidad alrededor de las elecciones, no necesariamente tendría que ser el caso en esta ocasión, pero factores como el grado de incertidumbre en este entorno, la expectativa de continuidad en la agenda de política pública, podrían tener una incidencia”, puntualizó.
Díaz Loubetsi explicó que si bien la apreciación cambiaria ayuda a la inflación, el traspaso cambiario suele ser asimétrico, con una mayor sensibilidad a episodios de depreciación, aunado a que la fortaleza del peso podría tener un impacto negativo sobre las exportaciones y remesas.
Destacó que a nadie le beneficia un peso tan fuerte, ya que son muy pocas las personas que se benefician, como los importadores.
“Esto no genera beneficios ni para el mismo gobierno. En términos de su presupuesto, le conviene más tener un peso débil, pues a pesar de que pagamos intereses denominados en dólares, también recibimos dólares por el petróleo y en el neteo somos receptores de dólares. Un peso fuerte podría ralentizar un poco el tema económico, pues México se vuelve menos competitivo a nivel internacional”, dijo.
A la expectativa
Los movimientos del peso seguirán sujetos a las medidas monetarias que tomen más adelante Banxico y la Reserva Federal, ya que el diferencial entre tasas de interés ha sido una de las variables primordiales para que el peso se siga apreciando.
Amin Vera, director de inversiones en INVALA, indicó que es muy probable que la tasa de interés de referencia de Banxico siga descendiendo, aunque puedan realizarse pausas de por medio. “No estamos tan seguros de que la Fed baje en la próxima reunión, y aun cuando lo haga, es probable que haga de manera moderada. Esa disparidad entre las expectativas sobre lo que harán los bancos centrales, y que no se tenía en 2023, se puede resentir en el tipo de cambio”, puntualizó.
Los mercados están descontando que la siguiente administración seguirá con los programas económicos actuales, por lo que, a nuestro parecer, el riesgo está limitado, señaló Víctor Ceja, economista en jefe de Valmex; agregó que su escenario base es que a finales de este año la moneda mexicana alcance niveles cercanos a 17.20 pesos por dólar.
Peso vence a mayoría de divisas
La fortaleza del peso mexicano ha sido contra la mayoría de las principales divisas a nivel global. De acuerdo con datos de Banxico, de un total de 68 divisas a las que da seguimiento, se reportó una apreciación con 64 en los últimos 12 meses.
La divisa que más valor ha perdido frente a la moneda nacional es el peso argentino, con 78 por ciento anual, hasta febrero de este año. Le siguen la divisa de Nigeria, el naira, con 73 por ciento, la lira de Turquía, con 43 por ciento, y la divisa venezolana, con 37 por ciento.
Sólo se han apreciado frente a la moneda mexicana el peso colombiano (14 por ciento), el zloty polaco (3.5 por ciento), el dinar de Irak (2.5) y el colón de Costa Rica (0.9).
De acuerdo con datos de Bloomberg, en lo que va del año el peso muestra fortaleza frente a las divisas de los principales países desarrollados; ante el yen japonés se ha apreciado 9.1 por ciento, y le siguen el franco suizo (8.6 por ciento), el dólar canadiense (4.5), el euro (4.2), la libra esterlina (2.8), y el dólar estadounidense, con un 2.0 por ciento.