Tasa de corrupción del 97%, últimos lugares en acceso a justicia, primeros lugares nacionales en delincuencia y poca confianza para la inversión, reflejan diversos estudios
Por quinto mes consecutivo, el gobernador ahora con licencia Cuauhtémoc Blanco Bravo fue catalogado como el peor mandatario del país por Consulta Mitofsky, con un nivel de desaprobación de la sociedad de cerca del 70 por ciento de los consultados. Por si fuera poco, otras organizaciones que evalúan el desempeño gubernamental también lo reprueban por los altos niveles de corrupción, el nulo acceso a la justicia, los altos índices de delincuencia y la escasa confianza para la inversión.
Para explicar el repudio contra el ex futbolista hay diversos indicadores. Como si no bastara ocupar los primeros lugares nacionales en homicidios dolosos (más de 5 mil 500 ya), extorsiones y secuestros, con
base en cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y que la percepción de inseguridad, de acuerdo a las encuestas del INEGI, haya llegado al 85.7 por ciento, entre los graves problemas que han caracterizado también a la entidad se encuentra la corrupción.
Efectivamente, de acuerdo con la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, a lo largo de esta administración se detectaron posibles desfalcos por mil 893 millones de pesos en obras inexistentes, de menor calidad, inoperables, recursos que no se entregaron o que no se justificaron, como es el caso de los tres mil 500 millones de pesos que no han sido comprobados por la administración de Blanco Bravo ante la Auditoría Superior de la Federación.
Otro referente importante para documentar los malos manejos durante la administración de Cuauhtémoc Blanco es el de la organización México Evalúa, pues de acuerdo a su informe de 2023 detectó una tasa de corrupción del 97.5 por ciento.
Vinculado a lo anterior, van ligadas pésimas calificaciones que la organización World Justice Proyect le otorga a la entidad, pues cuando estaba a mitad de mandato el ahora gobernador con licencia, en el caso Morelos para esa organización internacional sólo alcanzó el pobre 0.35. Y entre los principales problemas figura la corrupción nuevamente, la escasa transparencia, los bajos niveles de orden y seguridad, así como el nulo acceso a la justicia.
Otro de los organismos que han analizado el desempeño de nuestra entidad y particularmente del mandatario Cuauhtémoc Blanco Bravo es el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que calificó
como muy pobre el sistema político estatal. Y esto es lo que hemos visto en la entidad: un gobernador en pugna con los poderes Legislativo y Judicial, lo mismo que con las fiscalías General del Estado y la Anticorrupción, así como los escasos resultados en el combate contra la delincuencia, que inhiben inversiones, así como la generación de empleos.
En este sentido, es el propio INEGI el que arroja las cifras más contundentes: más de la mitad de la población en Morelos (más de un millón de habitantes) enfrenta problemas en distintos grados de pobreza.
Los resultados de la Encuestadora Mitofsky retratan los últimos cinco meses de rechazo social en la gestión de Cuauhtémoc Blanco Bravo, con un repudio de casi el 70 por ciento de los encuestados, pero en términos reales, cuando se analizan integralmente otros aspectos del desempeño gubernamental, se ven los estragos que para Morelos causó la llegada a la gubernatura de un ex futbolista al que nunca le ha preocupado la entidad y que nada sabía de la noble tarea de dirigir el destino de una entidad emblemática como la nuestra.