No sólo los ciudadanos tienen que aceptar las reglas del crimen en algunos estados del País. También los candidatos de partidos políticos para hacer campañas deben pedir permiso a la delincuencia.
El retén de encapuchados que detuvo momentáneamente a la aspirante presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, es una muestra del amplio catálogo de zonas por las que sólo puede transitarse con la anuencia del narco.
En el curso de las campañas presidenciales y locales, que están a un mes de finalizar, se acumulan reportes de amenazas, ataques y hasta asesinatos de los participantes de la contienda en distintas entidades.
Los estados con mayor número de casos donde el crimen controla territorios y condiciona el proselitismo son Chiapas, Morelos, Guerrero, Jalisco, Guanajuato, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Estado de México y Michoacán, según una revisión de Grupo REFORMA.
La mayoría de los 30 candidatos asesinados en el actual proceso electoral, recibió amenazas para abandonar sus aspiraciones.
En Chiapas, donde se renueva gubernatura, Congreso y apenas el 30 de abril iniciaron las campañas a la Alcaldía, los candidatos no pueden realizar recorridos o mítines si no tienen permisos del narco.
En varias zonas como la Sierra, Norte, Centro y en la Costa, así como en municipios como La Trinitaria, Frontera Comalapa, Motozintla, Belisario Domínguez o Mezcalapa, han ocurrido este tipo de amenazas en una entidad donde se disputan rutas el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS), de acuerdo con testimonios narrados a REFORMA.
"Hay que enviar una copia de la credencial de elector en el que se vea bien el rostro, datos generales del vehículo en el que van y la ubicación de donde estarán. El siguiente paso es esperar la autorización", dijo un líder estatal, quien pidió el anonimato.
"Esto, pedir permiso a grupos delincuenciales e incluso a Presidentes Municipales me ha pasado en diversas zonas, pero no vamos a claudicar, no vamos a renunciar", indicó por su parte Willy Ochoa, candidato tricolor al Senado, quien en marzo pasado resultó ileso en una persecución.
En Morelos, la coalición Dignidad y Seguridad por Morelos, del PAN-PRI-PRD-RSP, no registró candidatos en los municipios de Zacualpan de Amilpas, Totolapan, Jantetelco, Mazatepec, Amacuzac y Temoac.
En Maravatío, Michoacán, ante el asesinato de tres aspirantes en febrero pasado, el Alcalde José Jaime Hinojosa, reveló que otros aspirantes se han visto obligados "a platicar con la mafia por la presión que ejercen".
En el Edomex, el candidato de MC a la Alcaldía de Amanalco, Arturo Lara, sufrió un atentado, luego de que le habían advertido que debía dejar la candidatura.
En Jalisco, el líder priista Pablo Antonio Padilla, informó que 15 candidatos a Alcaldes han recibido presiones para que no compitan.
Y en Guerrero, el dirigente estatal de Morena, Jacinto González Varona, declaró que en este proceso electoral enfrentó presiones de integrantes del crimen organizado que le propusieron nombres de personas que deberían designarse como candidatos en municipios del Centro y Tierra Caliente.