El cambio se produce cuando el valor en dólares de la deuda mundial aumentó en 1.3 billones de dólares trimestre a trimestre.
La deuda de los mercados emergentes alcanzó la cifra récord de más de 105 billones de dólares, con lo que se ha más que duplicado en la última década, de acuerdo con el informe del IIF.
Entre las economías emergentes que más contribuyeron a este aumento se ubican China, India y México. Corea del Sur, Tailandia y Brasil registraron los mayores descensos del valor en dólares de la deuda global entre el subgrupo, mostraron los datos.
“Los déficits presupuestarios de los gobiernos siguen siendo superiores a los niveles anteriores a la pandemia y se prevé que contribuyan en torno a 5.3 billones de dólares a la acumulación de deuda mundial este año”, señaló el IIF en un comunicado. “El aumento de las fricciones comerciales y las tensiones geopolíticas también presentan importantes vientos en contra potenciales para los mercados de deuda”.
Se esperaba que las tasas de interés hubieran empezado a bajar en Estados Unidos, pero la persistente inflación ha hecho que la Reserva Federal mantenga el rumbo y siga sin reducir el costo del crédito.
Esto se ha traducido en un aumento de los costos de los préstamos en todo el mundo y, para muchos mercados emergentes, en un debilitamiento de las divisas que agrava aún más el costo del servicio de la deuda y “podría volver a poner en primer plano las tensiones sobre la deuda pública”, afirmó el IIF.
Egipto y Pakistán son vistas como las economías emergentes en las que el gasto por intereses de la deuda pública será más elevado hasta 2026, con Pakistán destinado a gastar más de 50 por ciento de los ingresos en intereses y Egipto más de 60 por ciento.
Entre las economías desarrolladas, Estados Unidos y Japón fueron los países en los que la deuda aumentó más rápidamente, con 17 y 4 puntos porcentuales, respectivamente.
Según el IIF, Japón seguirá gastando en promedio menos de 2 por ciento de los ingresos públicos en el servicio de la deuda hasta 2026. En Estados Unidos, se espera que la cifra supere diez por ciento desde el 8 por ciento actual y roce el 12 por ciento en el mismo periodo.
El mes pasado, el Fondo Monetario Internacional advirtió de que el nivel de gasto estadunidense es “especialmente preocupante” y “no se encuentra en línea con la sostenibilidad fiscal a largo plazo”.