El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha rechazado de plano la condición planteada por el Gobierno mexicano para restablecer las relaciones diplomáticas: esto es, entregar a los funcionarios mexicanos el exvicepresidente Jorge Glas, encarcelado ahora mismo en una prisión de máxima seguridad en Guayaquil. “Nosotros buscamos un diálogo fluido y de paz con México, sin que exista intervención ni de un lado ni del otro”, ha afirmado Noboa en una entrevista con France Presse realizada en París, donde hizo escala durante su gira por Europa. “Hemos querido fortalecer las relaciones con México, pero no me parece, a mí personalmente ni al Gobierno, adecuado que la única condición y la única forma de volver a establecer una relación con México es dándoles un criminal”, ha continuado el mandatario.
Noboa recalcó que Glas, quien fue el número dos del Ejecutivo en el periodo del expresidente Rafael Correa, ha sido juzgado en las cortes nacionales por delitos de corrupción. Para evadir una tercera condena, que considera una persecución política, el político se refugió en la Embajada mexicana en Quito, pero la policía ecuatoriana lo sacó de allí a la fuerza el pasado 5 de abril y lo encarceló. El asunto ha provocado una profunda crisis. “La persona que se intentó asilar y posteriormente llevar a México es una persona que ha sido condenada por dos delitos”, continuó el presidente ecuatoriano, al recordar al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que el asilado “era alguien que le habían dado medidas sustitutivas para que tenga arresto domiciliario”. “Se fue a esconder a una embajada, es el equivalente a que alguien esté dentro de la cárcel, se escape y de ahí vaya a refugiarse en una embajada. Es así de sencillo”, mantuvo Noboa
Jorge Glas cumplía un régimen de prelibertad cuando ingresó a la embajada a mediados de diciembre de 2023, para pedir refugio y evitar un proceso judicial que investiga la Fiscalía de Ecuador por un caso de uso indebido de fondos públicos que estaban destinados a la reconstrucción de las zonas afectadas por un terremoto que ocurrió en abril de 2016. Glas se encuentra recluido en la cárcel La Roca de Guayaquil aunque un un juez reconoció que su captura en la legación diplomática fue ilegal. Pero no le otorgó la libertad, porque alegó que el exvicepresidente tiene condenas que cumplir y una orden de arresto por el último caso que lleva adelante la Fiscalía.
“Si hay criminales condenados, nosotros no vamos a permitir tampoco que la justicia sea burlada de esa manera”, dijo Noboa, aunque añadió, para templar las aguas, que está dispuesto a dialogar siempre y cuando no se pongan condiciones. El presidente ecuatoriano aprovechó su visita en Europa para pedir asistencia en la lucha contra el crimen organizado. También a ese propósto volvió a mencionar a México. “Creo que sería mejor si volvemos a tener relaciones diplomáticas con México para la lucha contra el narcotráfico, ya que uno de los grupos que operan en Ecuador pertenece a un cártel mexicano”, dijo Noboa.
Para el mandatario de Ecuador, la crisis diplomática con el país norteamericano se va a aclarar en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que resolverá “si es que fue desnaturalizada la misma embajada”, mencionó Noboa. La CIJ realizó dos audiencias donde escuchó las versiones de lo ocurrido entre ambos países. “Nosotros confiamos en que vamos a tener la razón”, insiste el presidente ecuatoriano. “El momento en el que se asila un criminal, ya la cosa empieza a ser intervención en asuntos nacionales, especialmente en la justicia nacional, y nosotros no estamos de acuerdo”, acabó.