Por unanimidad y en discusión de 11 horas, el jurado condena al magnate por delitos graves; lo responsabiliza por falsificar documentos para ocultar pago a actriz porno; testimonios de excómplices lo hunden; en julio podría recibir sentencia de hasta 4 años o multa; no le impide hacer campaña o asumir presidencia; Biden llama a no apoyar a un criminal
Unas 11 horas de discusión le bastaron al jurado para declarar culpable a Donald Trump de 34 cargos de falsificación y se convierte en el primer expresidente de Estados Unidos convicto por delitos graves, pese a que alega inocencia.
Sorpresivamente, los 12 miembros del panel —siete hombres y cinco mujeres— notificaron al juez Juan Merchan en el segundo día de discusión a puerta cerrada en Manhattan que tenían un veredicto.
Pese a que ayer por la mañana el grupo todavía pidió se repitieran las instrucciones para decidir si el imputado —el Ejecutivo número 45— cometió un delito, lo hizo intencionalmente y qué tipo de inferencias eran válidas según la evidencia, éste retomó el debate poco después de escuchar las transcripciones de momentos clave que solicitaron un día antes, proceso que se prolongó poco más de una hora, según la prensa local.
Alrededor de las 16:20 horas (tiempo del este) se emitió el fallo unánime que poco después se leyó en la sala ante la fiscalía y la defensa del originario de Nueva York, luego de que Merchan agradeciera a cada jurado su labor y dedicación.
Uno a uno se escuchó 34 veces “culpable” por cada delito del plan criminal para encubrir su conducta sexual inapropiada, pues falsificó registros comerciales durante la campaña electoral con sus cómplices para silenciar a quienes podrían afectar su aspiración, fallo ante el que el líder no volteó a ver al panel y se mostró indiferente, lo que contrasta con su frontalidad.
La decisión histórica, de declarar criminal por primera vez a un expresidente, confirma que los testimonios del exabogado Michael Cohen y el exeditor de National Enquirer David Pecker fueron definitivos y, por ello, los oyeron de nuevo.
Éstos permitieron al panel corroborar lo que la fiscalía presentó como una conspiración, pues el fiscal Alvin Bragg se concentró en el cúmulo de pruebas y declaraciones de cinco semanas para mostrar cómo ocultó noticias negativas que sepultarían su intento de llegar a la Casa Blanca, pues junto a Cohen y Pecker pagó 130 mil dólares a la actriz porno Stormy Daniels por su confidencialidad, plan que repitieron con la modelo Karen McDougal, al verlas como amenaza, aunque finalmente el político republicano venció en 2016 a su rival, la ex primera dama Hillary Clinton.
Sin embargo, no queda claro si pisaría una prisión por cargos que ameritan en total cuatro años tras las rejas.
Expertos consultados por medios locales consideran que al ser un exjefe de Estado y su edad, 77 años, recibiría un castigo menor: arresto domiciliario, libertad condicional bajo condiciones o una multa.
Pero la decisión final es del juez y se conocerá hasta el próximo 11 de julio, cuatro días antes de la Convención Republicana en la que el ahora convicto será oficializado como candidato de ese partido rumbo a la revancha electoral con el presidente Joe Biden, pues resalta que la ley no le impide seguir en campaña, ya que no hay restricciones ni por antecedentes penales ni por condenas. Y su equipo legal, bajo el mando de Todd Blanche, tendrá 30 días para apelar esa decisión.
Tras ser declarado culpable, el magnate arremetió de nuevo contra el gobierno.
Ante la prensa en su primera declaración afuera del tribunal abundó que éste fue un proceso amañado, “una desgracia” y “vergüenza” injusta, en un intento de interferencia electoral para sacarlo de la contienda. Incluso se lanzó también contra el magistrado, a quien tachó de “corrupto y conflictivo”, pese a la orden de silencio que prevalece en el primero de cuatro procesos y el único que se estima se celebre antes de los comicios del 5 de noviembre.
Ahí, Donald Trump externó que la cita dentro de cinco meses será el verdadero veredicto, al delegar a los electores la decisión con su voto para volver a la Casa Blanca. Y horas después adelantó que hoy dará una conferencia para responder a la decisión sin precedentes, pues esto aún no termina.
Su familia y líderes conservadores lo arroparon. Sus hijos Donald Jr. y Eric lo defendieron al acusar que se trató de destruir y herir al oponente y favorito, mientras afuera del recinto se congregaron simpatizantes y detractores del político; por separado, el líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, recriminó el uso de la justicia como arma política, replicando la postura del republicano.
En contraste, la campaña de Joe Biden llamó a la población a no apoyar a un criminal ni dejar crecer esa amenaza que se creía por encima de la ley, pues la elección es clave para “mantener a Donald Trump fuera de la Oficina Oval”, según un comunicado, pues abundó que aún sigue siendo candidato y podría asumir el cargo, en caso de ganar; mientras varios demócratas instaron a respetar el veredicto.
Y destaca que tanto medios como analistas descartan que cambie la carretera electoral, aunque sí aumentará la tensión.
Hicimos nuestro trabajo, dice Fiscalía
El fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, resaltó el resultado histórico, pues más allá de actuar contra un exmandatario se hizo respetar la ley.
“Hicimos nuestro trabajo”, declaró ante decenas de reporteros que lo esperaban tras el veredicto de culpabilidad del magnate y refrendó que su labor fue presentar toda la evidencia para que el jurado pudiera deliberar más allá de toda duda razonable en torno a las ilegalidades de quien nuevamente busca la presidencia.
Y enfatizó que todo sirvió para que el jurado hablara, pues de manera unánime y antes de lo previsto alcanzó una resolución por la conspiración para ocultar información clave incluso con fondos electorales para mantener limpia su imagen al ocultar temas sexuales polémicos, como dos relaciones extramaritales, ante las que le preocuparon más que lo supiera el electorado que su esposa, Melania.
Ante preguntas de la prensa recalcó que se actuó como en cualquier otro caso, descartando favoritismo o parcialidad.
Y Bragg sentenció que como cuando reciben una nueva carpeta: siguieron los hechos y la ley sin miedo o favores, lo que contrasta con las acusaciones de Donald Trump de que éste proceso fue amañado y que el jurado estaba en su contra desde antes siquiera de dar inicio al histórico juicio, como externó en declaraciones días antes del fin del proceso.