El ejercicio será una hipótesis de un sismo de magnitud 8.1 grados Richter, con epicentro a 28 kilómetros al sur de Atoyac de Álvarez, en el estado de Guerrero, con una profundidad de 25 kilómetros y duración de 60 segundos.
El alertamiento sísmico se realizará a las 11:00 horas, a través de altavoces, radiorreceptores en edificios de gobierno, escuelas y unidades habitacionales, así como en las alertas que llegan a los sistemas de telefonía celular, el cual brindará a la población 40 segundos para realizar los procedimientos propios de cada inmueble, ya sea repliegue o evacuación.
Además, como parte fundamental del ejercicio, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) enviará un mensaje de sismo hipotético con la magnitud indicada a través de sus redes sociales.
El simulacro es para recordar que el jueves 19 de septiembre de 1985, a las 7:19 horas, se registró un terremoto de 8.1 grados Richter con origen en las costas de Michoacán y Guerrero, con duración de cuatro minutos, que dañó severamente a la Ciudad de México.
Al día siguiente, a las 19:38 horas, se percibió otro temblor con magnitud de 7.6 grados Richter, que volvió a estremecer a la capital del país. El resultado fue 20 mil muertos y dos mil 831 inmuebles afectados.
¿Para qué sirve?
Un simulacro sirve para reforzar la cultura de la prevención y del autocuidado; el riesgo al que los habitantes del país están más expuestos es al sísmico, por lo que es fundamental estar preparados y saber qué hacer cuando se presenten este tipo de incidentes.
Durante el simulacro, las brigadas de Protección Civil evaluarán la actuación de la población, cómo llegan a las rutas de evacuación, zonas de menor riesgo y puntos de reunión.