A la opinión pública.
H. Suprema Corte de Justicia de la Nación.
H. Tribunal Superior de Justicia del Estado de Morelos.
H. Poder Legislativo del Estado de Morelos.
Lic. Margarita González Saravia, Gobernadora electa del Estado de Morelos
Presentes.
Mi nombre es Yrak Emilio Elizalde Yñiguez, pareja, padre de dos hijos y empleado de una empresa del Gobierno Federal. Me veo en la necesidad de escribir la presente carta para exponer los actos de irresponsabilidad, intimidación, amenazas y venganza por parte de mi padre, Juan Emilio Elizalde Figueroa, quien es Magistrado del Tribunal Superior de Justicia en el Estado de Morelos, situación que pretende afectarnos directamente a mi y a mis hijos e indirectamente a la institución que él representa.
Después de múltiples intentos fallidos de reconciliación, decidí ejercer mi derecho para solicitar que mi padre cumpla con la obligación a la cual se rehusó, Esta pretensión se encuentra apegada al derecho, ya que la Suprema Corte de la Justicia de la Nación determinó que “El derecho a recibir alimentos de manera retroactiva es imprescriptible.”, Aunado a ello, resulta incoherente que un Magistrado, quien tiene por encargo el administrar la justicia, aplicar la ley y ser garante de los derechos de la ciudadanía, no acepte la responsabilidad en la que incurrió con su omisión a lo largo del tiempo que la ley señala. Para mi sorpresa, respondió mi requerimiento con una serie de argumentos falsos con los cuales buscó evadir su responsabilidad. Además, en una clara muestra de superioridad y demostración de su poder dentro del Tribunal, se hizo acompañar de un gran número de abogados, pseudo testigos y amigos para intimidarnos a mi y a mis asesores legales y, por si fuera poco, en un claro abuso de poder, se atrevió a intimidar y amenazar a la Juez Cuarto Familiar de Primera Instancia del Primer Distrito Judicial, la Lic. Norma Delia Román Solís, quien desde ese momento se excusó de seguir conociendo el asunto. quedando asentado en el expediente 468/2023.
Este acto alevoso, que resulta contrario a todo principio de imparcialidad, integridad, respeto de la ley y responsabilidad que debe ostentar un Magistrado, me alerta y me preocupa, haciéndome temer que no se garantice el debido proceso, ya que, si eso se atreve a hacerle a una Juez, sabiendo de antemano que quedaría asentado por escrito aquel acto de intimidación ¿que podría esperar yo, que aunque soy su hijo, solo soy un ciudadano común?
Quisiera decir que ya es todo, pues considero que es más que suficiente, pero no, y es que, en una muestra de venganza ante mi legítima solicitud, ahora responde con una demanda en la que pretende cancelar mi acta de nacimiento inscrita en el Registro Civil para quitarme su apellido, afectándome no solo a mí, sino como ya mencioné, también a mis hijos.
Por último, decidí hacer pública esta controversia familiar por las razones que expongo:
1. Por temor a lo que pudiera ocurrirnos a mí y a mi familia en nuestra integridad física o moral.
2. Por el principio de publicidad, ya que al ser conocido por una mayor cantidad de personas, es menos probable que el proceso y resultado, puedan ser manipulados.
3. Como acto de fe en la justicia, esperando que se hagan presentes, todos los principios que rigen al TSJM, demostrando que las Instituciones son más que aquellos que quisieran entorpecer su actuar.
Entiendo que habrá quienes consideren que mis motivos no son suficientes, sin embargo, creo que como padres, debemos reconocer que muchas veces en un arrebato de resentimiento y enojo, nos desquitamos con los menos responsables, nuestros hijos, sin ponernos a pensar en el daño psicológico, económico y emocional que provocamos con nuestras acciones; Y como hijos, debemos deshacernos de prejuicios, estar abiertos a la reconciliación, conocer nuestras responsabilidades, pero teniendo siempre presente que podemos exigir nuestros derechos, buscando así en la medida de nuestras posibilidades, una forma más justa de vivir.
Responsable de la publicación
Yrak Emilio Elizalde Yñiguez