Starmer, en un discurso a sus simpatizantes, subrayó la responsabilidad de su mandato y la necesidad de recuperar la confianza de la población
En una ceremonia solemne conocida como “el beso de manos“, Keir Starmer, líder del Partido Laborista, recibió el visto bueno del rey Carlos III para formar gobierno, convirtiéndose oficialmente en el primer ministro del Reino Unido. La ceremonia, inmortalizada en una fotografía oficial, marcó el inicio de su mandato.
Starmer salió del Palacio de Buckingham para establecerse en el número 10 de Downing Street.Asume el cargo tras la renuncia del primer ministro conservador Rishi Sunak, quien dimitió después de que su partido sufriera una aplastante derrota electoral tras 14 años en el poder.
“Un mandato como este viene con una enorme responsabilidad”, dijo Starmer en un discurso a sus simpatizantes, subrayando la necesidad de recuperar la confianza de la población tras años de desilusión. “La lucha para recuperar la confianza de la población es la batalla que define nuestra era”, añadió.
Starmer promete “rayo de esperanza” para los británicos
En un discurso al amanecer en Londres, Starmer prometió que los Laboristas ofrecerían un “rayo de esperanza, tenue al principio, pero fortaleciéndose a lo largo del día”. Sunak, al conceder la derrota, señaló que los votantes habían dado un “veredicto aleccionador”.
Con casi todos los resultados computados, el Partido Laborista ganó 410 de los 650 escaños en la Cámara de los Comunes, mientras que el Partido Conservador obtuvo solo 118. Este triunfo contundente presenta enormes desafíos para Starmer, quien enfrenta a un electorado impaciente y ansioso por cambios en medio de un escenario de malestar económico, desconfianza en las instituciones y una frágil estructura social.
Reino Unido y su crisis política de los últimos años
El Reino Unido ha vivido años turbulentos, afectados por el Brexit, la pandemia de COVID-19, la invasión rusa a Ucrania y los escándalos políticos, como las fiestas durante el confinamiento del ex primer ministro Boris Johnson. La pobreza creciente, la tambaleante infraestructura y un desbordado Servicio Nacional de Salud ilustran el estado actual del país.
La sucesora de Johnson, Liz Truss, agravó la situación económica con un paquete de recortes fiscales drásticos, durando apenas 49 días en el cargo. Truss perdió su escaño en manos de los Laboristas, uniéndose a otros miembros experimentados del partido que también cayeron en la jornada electoral.
Con información de AP