La Casa Blanca anuncia que el presidente de Estados Unidos tiene síntomas leves y que seguirá trabajando pese a estar en cuarentena
El presidente Joe Biden ha cancelado su esperada participación en un acto organizado en Las Vegas por Unidos, una de las más grandes organizaciones de latinos en Estados Unidos. El mandatario iba a cerrar la jornada de la asociación sobre las 13.30 locales de este miércoles. Después de casi dos horas de retraso, la presidenta de Unidos, Janet Murgía, salió al escenario para avisar de que Biden no acudiría. “El presidente acaba de avisarme de que ha dado positivo en la prueba del covid y lo mejor es que tome las precauciones debidas para la seguridad de todos”, ha señalado Murgía. La Casa Blanca asegura que Biden tiene síntomas leves y que pasará su convalecencia en su casa en Delaware.
Karine Jean-Pierre, la portavoz de la Casa Blanca, informó después de que Biden se pondrá en cuarentena, pero que seguirá ejerciendo “todas sus responsabilidades”. “Me siento bien”, dijo el presidente, que no llevaba mascarilla, a la prensa antes de abordar el avión presidencial, el Air Force One, que debía llevarlo de vuelta al este del país.
El médico del mandatario Kevin O’Connor precisó más tarde en un comunicado que el presidente tiene mucosidad y algo de tos seca. Biden se está tratando con el antiviral Paxlovid. “Se sintió bien en su primer evento del día, pero debido a que no mejoraron los síntomas se le sometió a una prueba de covid y los resultados fueron positivos”, explicó el doctor.
Los casos de covid han ido en aumento en 45 Estados del país a lo largo del verano. El incremento ha sido especialmente agudo en los Estados del oeste. Siete de cada diez infecciones han sido provocadas por la variante KP.
El presidente había dado un discurso el martes ante la comunidad afroamericana, reunida en la conferencia de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP en sus siglas en inglés) en Las Vegas. Antes de salir al escenario, Biden ofreció una entrevista al canal Black Entertainment, donde se le preguntó de nuevo si podría estar dispuesto a retirar su candidatura a la reelección por el Partido Demócrata, tras su criticada actuación en el debate con su rival, Donald Trump, y las críticas que esta le ha provocado por los lapsus en los que incurrió y que los republicanos atribuyeron a un deterioro cognitivo ligado a su edad, 81 años. El mandatario respondió que tendría en cuenta esa posibilidad en caso de que le surgiera un problema de salud. “[Lo haría] si un médico me dijera que tengo ese u otro problema...”, afirmó Biden en un fragmento de la conversación. La entrevista completa será emitida este jueves por la noche.
Biden dio positivo en el test de covid en la que había sido su segunda jornada de actividades en Nevada, uno de los siete Estados bisagra de la carrera electoral, y cuya población latina roza el 30%. Por la mañana, el mandatario había visitado un supermercado en Las Vegas. Sus actos de campaña incluían a su vez una visita al restaurante mexicano Lindo Michoacán en el este de esa urbe, la más grande del Estado, una zona de mayoría hispana. En el recorrido, Biden se mostró cercano a sus simpatizantes e incluso abrazó a varios de ellos. También ofreció una entrevista a la cadena de televisión en español Univision, que se difundirá también este jueves.
Sorpresa y decepción
El anuncio de que Biden no podría asistir al acto organizado por Unidos provocó sorpresa y gestos de decepción entre los participantes. Se esperaba que el presidente anunciara durante su alocución que algunas parejas e hijos indocumentados de ciudadanos estadounidenses podrán iniciar en agosto un proceso para regularizar su situación migratoria. Se considera que esa medida es el más reciente esfuerzo del mandatario para frenar la pérdida de apoyos entre los latinos, un sector del electorado decisivo para los demócratas.
Trump le ha ganado terreno a Biden en la comunidad latina. El presidente ha perdido un 20% de apoyos de afroamericanos e hispanos desde 2021. Algunos sondeos nacionales incluso muestran un empate entre ambos candidatos entre los potenciales votantes de ese grupo. En las elecciones de 2020, el 59% de los electores latinos dieron su voto al actual presidente, mientras que el 38% apoyó a su rival republicano.
Biden ha prometido rebajar el tono tras el atentado al que sobrevivió Donald Trump el pasado sábado. Sin embargo, algunos asistentes a la convención creen que el mandatario necesita pasar a la ofensiva si quiere ganar. “Su Gobierno tiene que ser más agresivo ejecutando las políticas de esta Administración. Él es el líder, pero el Gabinete también es responsable de avanzarlas, deben ser más duros”, ha señalado Alexandra Moya, de 49 años y originaria de Cleveland, Ohio. Moya está registrada como republicana, pero asegura que, como puertorriqueña, nunca podría darle su voto a Donald Trump por el trato que le dio al territorio.
La Administración de Biden se ha movilizado para mantener este vital apoyo rumbo al otoño. El mandatario había anunciado en junio un programa para dar papeles a hijos y parejas de ciudadanos que lleven más de 10 años en situación irregular en Estados Unidos. De acuerdo a los cálculos de la Casa Blanca, esta medida puede beneficiar a medio millón de adultos y a unos 50.000 menores que ya se encuentran dentro del territorio.
El Gobierno también se ha comprometido a acelerar el trámite de las visas de trabajo para los jóvenes que han sido educados en universidades estadounidenses. Esta medida incluye a los llamados Dreamers; inmigrantes que llegaron sin documentación al país siendo niños y que no pueden ser deportados, según el programa DACA (acrónimo en inglés de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), que la Administración de Trump trató de anular y que Biden restableció al llegar a la presidencia. Ahora, el Departamento de Estado ha modificado recientemente sus guías públicas para permitir a los estudiantes sumar sus títulos universitarios al proceso de petición de una visa, siempre y cuando el trabajo vaya a realizarse en Estados Unidos.
Biden intenta defender los logros de sus políticas hacia los hispanos. El Gobierno estima que ha creado cinco millones de empleos para los latinos, una tercera parte de los 15 nuevos millones de puestos de trabajo registrados en los tres años que lleva en la Casa Blanca. La cifra se ha subrayado en una carrera electoral donde la economía preocupa más que la inmigración para quienes se identifican como hispanos.