Un día después de que denunció que el comercio organizado en Nuevo Laredo es "rehén de extorsiones de bandas delictivas" y que las autoridades estaban rebasadas, hombres armados ejecutaron ayer en Matamoros a Julio Almanza Armas, presidente de la Federación Estatal de Cámaras de Comercio (Fecanaco).
Durante años, el empresario destacó por ser una voz dura y crítica de las condiciones de inseguridad que se viven en la frontera de Tamaulipas, denunciando constantemente el acoso de la delincuencia organizada, el huachicoleo y la corrupción en Aduanas.
Incluso, cuestionó en reiteradas ocasiones la estrategia federal que llevó al Ejército a controlar las Aduanas, señalando que, en lugar de erradicar la corrupción, los militares la fomentaron.
El crimen contra Almanza, de 56 años, fue reportado ayer a las 16:20 horas locales de esa frontera (15:20 horas del Centro).
Oriundo de Matamoros, pero residente de Brownsville, Texas, el empresario fue acribillado a bordo de su camioneta Cherokee blanca, cuando llegó con su hermana a las oficinas de la Canaco de Matamoros, organismo que encabezaba desde 2016 y que fue fundado por su padre en los años 50.
Los atacantes llegaron en dos motos y un vehículo, dispararon contra la camioneta y huyeron.
Hasta anoche, ninguna autoridad había revelado detalles del asesinato contra el también vicesecretario de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco) y ex candidato del PRD a la gubernatura de Tamaulipas.
Tampoco detallaron cuántos balazos recibió el cuerpo, que quedó en el interior de la camioneta, con al menos seis impactos en la ventana del conductor.
En los hechos, resultó ilesa su hermana, Silvia Almanza Armas, quien trabaja en la Canaco de Matamoros y fue secretaria de Relaciones Públicas estatal en la Administración del panista Francisco García Cabeza de Vaca.
Unas horas antes de ser asesinado, Almanza, quien exigía al Gobierno federal una respuesta rápida a la crisis de seguridad que llevó al cierre, el jueves pasado, de las 193 tiendas Oxxo y siete gasolineras Oxxo Gas en Nuevo Laredo, estimó que esa cadena acumularía pérdidas de más de 50 millones de pesos por dejar de operar en sólo en seis días.
Almanza formaba parte de una familia de comerciantes del ramo de farmacias, abarrotes y carnes.