Los empresarios están en la mira del crimen organizado, que en los últimos tiempos ha diversificado sus negocios de sangre y fuego afectando a toda la cadena productiva, desde la actividad agraria hasta la distribución y venta de cualquier producto, ya sea del campo, ganadero o procesado. Y el que denuncia, paga con su vida. El presidente de la Cámara de Comercio de Tamaulipas y Matamoros, Julio César Almanza Armas, fue asesinado el martes por la tarde cuando una decena de balas atravesaron la ventanilla de su vehículo. Sus últimas palabras públicas se repiten ahora como un lamento: “Los empresarios somos rehenes de las bandas delincuenciales y el cobro de piso se ha convertido prácticamente en un deporte nacional”, afirmó en Telediario Radio de Tampico. Idéntico final encontraron las palabras de Minerva Pérez Castro, dirigente de la Cámara Pesquera de Baja California, quien se atrevió a reclamar el 8 de julio ante los medios de comunicación mayor seguridad en su Estado contra la pesca ilegal y las extorsiones. “Venden los productos en los mismos mercados, pero ellos se ahorran los costes de producción. Necesitamos más vigilancia en las costas”, señaló. Horas después, los tiros abrieron 16 agujeros en los cristales de su furgoneta. Ambos estaban a las puertas de sus oficinas. Fácil y rápido.
El martes por la mañana, Julio César Almanza Armas estaba charlando por teléfono con el presidente nacional de la Confederación de Cámaras de Comercios, Servicios y Turismo (Concanaco), Octavio de la Torre. Lo que allí se trataba iba a ser la causa de la muerte de Julio César: la violencia, el crimen y la extorsión que viven los negocios en Tamaulipas. El detonante de las quejas empresariales en este Estado fue el cierre de todos los establecimientos OXXO en Nuevo Laredo, en la frontera norte de México, 191 tiendas y siete estaciones de gasolina. Bajaron la persiana el viernes pasado y no abrirán hasta que no se den las condiciones de seguridad necesarias para ello. Sobre ese acontecer se había pronunciado en medios de comunicación Almanza Armas, vicepresidente de Asuntos Estratégicos Binacionales en las Fronteras de la Concanaco, además de responsable de la misma organización en Tamaulipas y Matamoros, donde fue baleado. “Solo unas horas después de hablar con él nos lo arrebataron”, lamentaba por teléfono De la Torre este miércoles.
Tamaulipas es el territorio norteño más cercano a Centroamérica, es decir, el camino más corto para los miles de migrantes que cruzan México buscando la frontera con Estados Unidos, por lo que el tráfico y la extorsión de personas se ha convertido en un suculento negocio para el crimen organizado. Además, es el Estado mexicano con más pasos fronterizos, 17 en total, por los que cruzan mercancías de toda clase, legales e ilegales, en un trasiego millonario controlado por las armas. Fue campo de trabajo de los temibles Zetas y del Cartel del Golfo, antecesores del actual Cartel del Noreste que acostumbra a extorsionar a empresarios para cobrarles el piso, el impuesto criminal que les permite abrir sus negocios cada día. “El Cartel del Noreste tiene células fuera de control”, explica Raúl Benítez Manaut, investigador de la UNAM experto en Seguridad. “Los empresarios no tienen otra opción que colaborar”, añade.
El fallecido Almanza Armas era consciente de todo ello y llevaba tiempo luchando contra la inseguridad de los establecimientos comerciales. Hoy viene a secundar sus últimas palabras Darío Mercado, vicepresidente de la Concanaco, que este miércoles iba camino de Tamaulipas. “En los últimos 20 años la criminalidad no ha dejado de crecer en Tamaulipas. Si antes controlaban estupefacientes y tráfico de personas, ahora buscan permear las cadenas de valor y se están convirtiendo en monopolios criminales de actividades lícitas”, explica por teléfono. Se refiere al sector primario, la agricultura, pero también a los mercados comerciales como las pollerías. “Obligan a los comerciantes a proveerse de sus productos al precio que ellos quieren y con sus condiciones”.
Pasa en prácticamente todo el país, pero Tamaulipas es un fenomenal mercado para los carteles. “En Nuevo Laredo y Reynosa se han dedicado más al contrabando de huachicol en la frontera, y en otros lugares del país controlan ya los materiales de construcción. Hace seis meses detectamos que querían extender este negocio a Matamoros, estuvimos tratando de impedirlo”, dice Darío Mercado, quien añade que estaban trabajando con la Fiscalía para frenar la incipiente actividad de los materiales de construcción. Entonces ocurrió lo de los OXXO y después el asesinato de Almanza Armas, precisamente allí, en Matamoros. “El impuesto criminal atraviesa todos los escalones de la cadena comercial”, como dice Mercado, desde los aguacates hasta la compra de un carro en Estados Unidos que cruza la frontera de forma ilegal. “En la zona de Tamaulipas todo está permeado por el crimen, y cada frontera tiene sus fenómenos particulares”. La palabra narcotráfico se ha quedado muy pequeña. Es la pesca en Baja California, el aguacate el Michoacán, las pollerías en Guerrero o los tianguis de cualquier cosa en la Ciudad de México. Mientras al sur, Chiapas sigue ardiendo.
A los gobernantes les queda apenas dar el pésame, como hizo el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, con la familia de Almanza Armas. Y prometer que se hará todo lo posible para dar con los asesinos y encerrarlos, algo que rara vez ocurre. El portavoz de Seguridad de Tamaulipas, Jorge Cuéllar, ha pedido que los OXXO denuncien cuanto antes la situación por la que atraviesan. Es la única forma, dijo en los medios de comunicación, de que las fiscalías puedan operar convenientemente. Sobre ese extremo se ha pronunciado el presidente de la Concanaco, Octavio de la Torre, en declaraciones a este periódico: “Buscamos la reforma del Código Penal porque normalmente se requiere que la víctima denuncie, y eso es revictimizar. Eso ya se ha avanzado en el Estado de México, donde hemos conseguido que se puedan iniciar investigaciones de oficio”. En el país del miedo, denunciar no es poca cosa. ¿Miedo? “Tenemos preocupación, sí, estas cosas generan temor”, dice De la Torre. Reconoce la labor de los Gobiernos contra la inseguridad y la violencia, pero espera que se redoblen los esfuerzos en esta materia.
La organización empresarial de De la Torre es “la más antigua de México, tiene 108 años y está presente en la actualidad en 1.857 municipios de toda la República”. “El 90% de nuestros asociados son pequeños negocios, familiares, de no más de cinco personas en muchos casos”, explica el presidente de la Concanaco. Esas son las personas que se están viendo afectadas por el crimen. “Pedimos seguridad para la ciudadanía porque eso es elemental para el desarrollo de los pueblos”, afirma.
El desarrollo de México está muy focalizado en estos tiempos en el nearshoring, es decir, la reubicación de empresas extranjeras, fundamentalmente estadounidenses, al otro lado de la frontera, donde la actividad productiva abarata costos. Se espera de esta relocalización una buena lluvia de empleos y la consiguiente mejora del bienestar social en numerosos Estados. Y donde está el negocio… está el crimen que, a decir de muchos, se organiza mejor que los Gobiernos. “En meses recientes se registra una diversificación de las actividades ilícitas del crimen, en particular en la disputa por las aduanas fronterizas para el trasiego de huachicol y el control de las minas”, reportaba en abril Lantia Intelligence en su informe mensual sobre violencia y bandas criminales. “Este fenómeno preocupa, puesto que no se garantizan territorios de fiabilidad económica para la inversión extranjera en el marco de la relocalización de cadenas productivas”, advierte el documento. Con la violencia se disparan también los movimientos de población, lo mismo en Chiapas que en Nuevo León, por poner dos ejemplos que detecta Lantia Intelligence.
En Tamaulipas consideran en alerta los municipios de Nuevo Laredo, Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo y Matamoros. Y los “actores clave” serían el Cartel de Noreste y el de Jalisco Nueva Generación, pero también Los Escorpiones y Los Metros. Como una serpiente de mil cabezas, el crimen se bifurca por todos los caminos. “Es probable que algunas organizaciones se financien en estos nuevos mercados ilícitos para intentar disputar plazas al Cartel del Noreste, algo que podría ocurrir en el mediano plazo”, dice esta plataforma de análisis de seguridad.
El empresario De la Torre espera que se haga justicia y confía en las negociaciones con las Administraciones para incrementar la seguridad en todos los negocios del país. “Julio era querido y admirado por todos en la Concanaco, su padre fue también de esta organización. Ha dejado viuda y varios hijos, ahora estamos viendo cómo nos ocupamos de las necesidades que presenten. Nosotros solo somos ciudadanos de bien”.