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EL FINANCIERO: Blindaje externo del país se fortalece, pero se debilita el fiscal

Los analistas advirtieron que los cimientos de los fondos de estabilización para rescatar a las finanzas públicas ante cualquier caída en los ingresos petroleros y fiscales, son mucho más débiles ahora.

El blindaje de divisas que tiene actualmente México para enfrentar un shock externo contra el peso será más fuerte en 2024, cuando arranque el sexenio de Sheinbaum, de lo que fue al inicio del gobierno de López Obrador.

Sin embargo, analistas advirtieron que los cimientos de los fondos de estabilización para rescatar las finanzas públicas ante cualquier caída en los ingresos petroleros y fiscales, son mucho más débiles ahora.

 

Indicadores del Banco de México muestran que el blindaje total ante choques foráneos que tiene hoy la economía mexicana, conformado por las reservas internacionales y la Línea de Crédito Flexible (LCF) con el FMI, suma 258 mil 825 millones de dólares, más que los 249 mil 167 millones de dólares reportados al cierre de 2018.

En contraste, los recursos de los fondos de estabilización se desplomaron desde 398 mil 558 millones de pesos al concluir 2018 a 69 mil 382 millones de pesos a junio de este año, según los registros de Hacienda.

 



Menor protección fiscal

Adrián Arias, director de Estudios Económicos de Citibanamex, enfatizó en entrevista que mientras el sistema financiero está fuerte, sí se ha visto un deterioro en las finanzas públicas.

Lo anterior porque aumentó el gasto público más que la recaudación, lo que lleva a más deuda, y los recursos para hacer frente a choques han disminuido, aunque no es algo que pueda detonar una crisis en el corto plazo.


“Hoy en día los recursos para hacer frente a un entorno interno que merme los ingresos fiscales son más débiles”, recalcó.

Reconoció que el panorama de la economía que se tiene hoy tiene un mayor riesgo, comparado con el del arranque del sexenio que está por terminar, debido que todavía persiste el peligro de una recesión en Estados Unidos, aunque bajo, que afecte a México.

 

Víctor Gómez Ayala, director de Analítica de Datos del IMCO, coincidió en señalar que hay un deterioro en la parte de los activos financieros del sector público, que disminuyeron en 2 puntos porcentuales del PIB en el lapso, que son la suma de los fondos de estabilización y diversos fideicomisos.

El descenso, explicó, fue por el uso de los recursos de los fondos de acuerdo a sus reglas, ante la caída en los ingresos públicos por el retroceso del PIB, ocasionado por la pandemia, además de la disminución de los ingresos petroleros. También resaltó la desaparición del Fonden.

Los recursos del FEIP, –el más importante fondo de rescate para las finanzas públicas–, se diluyeron desde 279 mil 771 millones de pesos al cierre de 2018, a 49 mil 304 millones a junio de este año.

Defensas externas

Economistas del banco central indicaron que “el escudo que tiene el país es más psicológico que nada, ante la posibilidad de un choque externo de una magnitud que lo pudiera requerir. Simplemente, ante el tamaño del choque que implicó la pandemia, no fue necesario recurrir a ninguna de estas líneas”.

“Más importante es el régimen cambiario que tenemos, ya que ante cualquier choque el primer ajuste es vía el tipo de cambio”, añadieron.

Agregaron que las reservas, que actualmente están en un récord de 223 mil 233 millones de dólares, sumadas a la LCF con el FMI, de 35.6 mil millones de dólares, conforman un monto bastante amplio de recursos para procurar la estabilidad cambiaria.

En 2018, las reservas internacionales se ubicaron en 172 mil 802 millones de dólares y la LCF era de 74 mil 374 millones, por lo que el aumento de las reservas permitió la baja de la línea crediticia con el FMI.

James Salazar, economista sénior de CI Banco, resaltó que México todavía mantiene abierta una línea swap de intercambio de dólares con la Fed de 3 mil millones de dólares, asociada al T-MEC y otra de nueve mil millones con el Tesoro de EU.

Ayala dijo que estas líneas de acceso a dólares buscan mantener abierta la posibilidad de que en un evento de riesgo las autoridades puedan disponer de fondos extraordinarios para hacer frente a eventos que pongan presión sobre la cuenta corriente o la balanza de pagos.

En general, la mayor parte de choques sorpresivos provienen de la parte externa, aunque puede haber crisis internas, pero hay que recordar que las últimas dos crisis llegaron del exterior.

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