A pesar de las críticas, los datos arrojan que el gobierno de López Obrador alcanzó resultados sin precedentes en la reducción de la pobreza y la desigualdad
La disminución de la pobreza y la desigualdad durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador figura como el mayor logro del presidente en términos socioeconómicos; registro que toma mayor relevancia al darse en un contexto marcado por la pandemia, las presiones inflacionarias persistentes a nivel internacional y hasta la contienda política al interior del país en los últimos años.
A pocos días de que concluya la administración obradorista existe un dato en el que detractores y seguidores del proyecto denominado Cuarta Transformación han logrado encontrar consenso, y es el que dicta que gracias a la estrategia implementada durante los últimos años, México es un país donde se ha reducido la pobreza y la desigualdad.
Sin importar si se trata de la estimación realizada por el Banco Mundial en abril, los datos establecidos por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en su más reciente medición multidimensional de la pobreza o los resultados de la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares; todos los organismos destacan el avance que el país logró dar en la carrera por mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía en mayor estado de vulnerabilidad.
“Es importante destacar la magnitud del avance ya que en otros sexenios se llegó a registrar alguna disminución en la pobreza, pero no de esta dimensión y no de forma tan importante, y además en una circunstancia tan complicada como lo fue la pandemia, eso es necesario contextualizarlo, porque en ese momento hubo despidos y los ahorros se vieron disminuidos, al igual que los ingresos; incluso a nivel regional fue un logro muy destacable”, puntualiza en entrevista para Reporte Índigo, Mario Campa, economista especializado en política pública y análisis macroeconómico.
Sacar a 5.1 millones de personas de la pobreza de 2018 a 2022 y disminuir de 18 a 15 veces la diferencia entre el ingreso del hogar más rico y el más pobre del país, según los últimos datos oficiales disponibles, son el saldo de una administración marcada por una modificación sustancial en la forma en la que se atendió el rezago social, las condiciones laborales de al menos 27 millones de mexicanos trabajadores y el uso del erario público, por mencionar.
Una estrategia que pone en el centro la recuperación del poder adquisitivo
Abordar los fenómenos socioeconómicos del país con una estrategia basada en impulsar la recuperación del poder adquisitivo de la ciudadanía a partir de diversas acciones dió como resultado no solo que el consumo interno llegara a convertirse en un motor de la economía nacional, incluso la confianza del consumidor llegó a niveles no registrados previamente, como lo exponen los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Tanto la incidencia de los programas sociales, como el fuerte incremento que se tuvo a nivel de ingresos totales provenientes de la gran expansión de los ingresos laborales, al menos de 2018 a 2022, ayudaron a disminuir la pobreza”, destaca a este medio Nabor Cruz, secretario ejecutivo del Coneval.
Incluso, el directivo del organismo encargado de medir la pobreza en México destaca que a nivel territorial, 30 de las 32 entidades federativas que constituyen al país registraron una disminución en sus niveles de pobreza multidimensional, donde Chiapas alcanzó el mayor avance de entre todos los estados durante el periodo de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a pesar de tener el menor ingreso promedio corriente trimestral de la nación, según Inegi.
La tendencia y los retos a futuro
El logro de la administración obradorista es una muestra de lo que se puede alcanzar con la implementación de políticas públicas enfocadas a la atención de la población más vulnerable, considera Diego Merla, coordinador de justicia fiscal en Oxfam México; por lo que a futuro, se espera que la entrante administración pueda profundizar en una postura que priorice en la población antes que los intereses privados, y que fije como máxima prioridad su bienestar.
“Creo que se puede construir, sobre lo que se ha hecho bien y que se puede hacer mejor ante el hecho de que ya se sentaron las bases; por ejemplo, los programas sociales podrían consolidarse y complementarse con algún tipo de programa focalizado que atienda la pobreza extrema, un sistema público de cuidados también tendría una reducción aún más importante en las desigualdades a través de la redistribución de las labores, por ejemplo”, puntualiza Merla.
Además, se espera que la próxima actualización de la medición de Coneval y el análisis de Inegi, que contemplan el último año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador y que se darán a conocer el próximo año, puedan arrojar un resultado mayor al obtenido en 2022, cuestión que magnificaría el logro del sexenio que termina y que, según el Banco Mundial, podría ascender a más de nueve millones de mexicanos fuera de la pobreza y un recorte mayor entre la distancia que conservan el ingreso del hogar más rico y el más pobre del país.
Continuidad y nuevos cimientos, el proyecto de Sheinbaum
Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa de México, tomará la estafeta del Poder Ejecutivo federal con la consigna de continuar y consolidar lo enarbolado en la administración de Andrés Manuel López Obrador mediante la construcción del “Segundo Piso de la Transformación”, proyecto que tiene en su centro la prosperidad compartida, los programas del bienestar y la justicia social.
A menos de un mes de que la exmandataria capitalina tome posesión del cargo, los compromisos que realizó en campaña se mantienen y los cimientos para cumplirlos se esbozan. En materia económica y social, Sheinbaum Pardo sentó las bases de su política al integrar a su gabinete legal a actores clave de la autodenominada Cuarta Transformación.
Con esta visión, se dio a conocer desde el mes de junio que los actuales secretarios de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, y de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, se mantendrán en su cargo para el periodo de gobierno 2024-2030. En las secretarías de Economía y Relaciones Exteriores estarán al frente Marcelo Ebrard Casaubon y Juan Ramón de la Fuente, respectivamente.
Prosperidad compartida, la promesa con empresarios
La apuesta de la futura mandataria para garantizar finanzas sanas en el país e incrementar el número de personas beneficiadas por apoyos públicos contempla diálogos con la iniciativa privada, aumento al salario mínimo y el desarrollo de proyectos de infraestructura y movilidad, así lo dio a conocer Claudia Sheinbaum durante su encuentro con el sector empresarial en abril pasado como parte de la exposición de los 13 ejes temáticos que guiarán su gestión. El evento se tituló “Prosperidad compartida”.
Aquel día, frente a líderes de diversas cámaras de comercio, la morenista se comprometió a, de llegar al poder, respetar la autonomía del Banco de México, garantizar que no vuelvan los excesos de los servidores públicos, mantener el precio de los combustibles y un equilibrio razonable entre la deuda pública y el Producto Interno Bruto, no permitir la condonación de impuestos a grandes contribuyentes e insistir en el combate a la evasión fiscal.
A esas promesas se sumó la de desarrollar un programa de tecnología, simplificación y digitalización de trámites a nivel nacional para impulsar la recaudación de impuestos y, con ello, implementar más programas sociales. Además del aumento del salario mínimo para que cubra 2.5 canastas básicas.
Los rubros que integran su proyecto de nación son Combate a la corrupción; Salud; Derecho de las mujeres; Derechos sociales; Bienestar y reducción de la desigualdad; Desarrollo con bienestar y perspectiva regional; Desarrollo rural y soberanía alimentaria; Diversidad y patrimonio cultural; Economía moral, disciplina fiscal y financiera; Educación y cultura; Política exterior; Pueblos originarios; y Soberanía energética para el desarrollo sostenible.
Los nuevos programas sociales de Claudia
El plan con el que Sheinbaum Pardo busca imprimir un sello propio a su mandato considera el fortalecimiento y la implementación de nuevos programas sociales como el Apoyo a mujeres de 60 a 64 años, que consiste en una ayuda bimestral equivalente a la mitad de la pensión para adultos mayores, que en la actualidad es de 6 mil pesos al mes, y la Beca Universal para estudiantes de educación básica.
Ese último plan retomaría lo realizado en la Ciudad de México con el programa Bienestar para Niñas y Niños. Mi Beca para empezar en su gestión como jefa de Gobierno.
Asimismo, la presidenta electa ha manifestado su intención de promover una reforma constitucional para que la Pensión del Bienestar sea un derecho para las personas mayores de 65 años en adelante; crear un nuevo programa de salud dirigido a adultos mayores para que puedan ser atendidos por médicos y enfermeros en su casa; y el desarrollo de un plan de vivienda que proyecta la construcción de hasta 75 mil viviendas por año.
Para llevar a cabo estos planes, se prevé una inversión superior a los 50 mil millones de pesos para el año 2025, según lo acordado entre Claudia Sheinbaum y Ramírez de la O tras reunirse en Palacio Nacional el 22 de julio pasado.
’Habrá continuidad’, prometen legisladores de la 4T
Como resultado de centrar su administración en revertir los daños ocasionados en 36 años de neoliberalismo, Andrés Manuel López Obrador concluye su mandato como un excelente Presidente de México, asegura la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre, al hacer un balance de seis años del gobierno de la Cuarta Transformación.
La legisladora, quien por segunda ocasión consecutiva ocupa un escaño representando al estado de Zacatecas por el Partido del Trabajo (PT), señala que hoy se trabaja por los que menos tienen.
La disminución de la pobreza y la desigualdad durante la presente administración federal son la marca de una verdadera transformación del país que mira en todo momento por un México igualitario, inclusivo y con justicia social.
Recordó que el PT ha apoyado desde hace más de 23 años la lucha de López Obrador, y coincide plenamente con la filosofía de la Cuarta Transformación que promueve una nueva ética pública, austeridad republicana y combate frontal a la corrupción.
La hoy presidenta de la Comisión de Trabajo y Previsión Social destaca que, ahora, con Claudia Sheinbaum, continuará gobernando con los mismos principios de la Cuarta Transformación, con un gobierno que dará continuidad a los programas y proyectos, razón por lo que llamó el segundo piso de la Cuarta Transformación.
Al referirse a la reforma al Poder Judicial, Bañuelos de las Torre comenta que el presidente de México pretende dejar el legado de una verdadera impartición de justicia, pues esa instancia ha olvidado su más grande encomienda: la impartición de justicia.
“Es un poder que está rebasado. En México la impunidad es el principal factor que no permite a la ciudadanía confiar en los impartidores de justicia”, acusa.